Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Agencia
Tributaria ha permitido desarticular una red de
narcotraficantes que empleaba buzos y motos de agua para
trasladar fardos de hachís hasta la costa española. Los
delincuentes fondeaban la droga en unas coordenadas
previamente acordadas. Después, un buzo la recogía y
amarraba el fardo a una moto acuática para llevarla hasta
las proximidades de la orilla. La operación se saldó sta
pasada semana en Estepona con ocho detenidos y la
incautación de 1.158 kilos de hachís, 700 de ellos
recuperados del fondo del mar.
La Policía informó de que el cargamento, procedente de
Marruecos, era fondeado y anclado por los proveedores de la
droga a unos veinte metros de profundidad en un punto
previamente acordada. La parte española de la organización
marcaba el punto con una boya. Luego, un buceador, provisto
de un equipo de respiración autónoma, se sumergía y amarraba
con un cabo los fardos a una moto acuática para llevarlos a
tierra.
Droga submarina
Las organizaciones buscan siempre nuevas fórmulas para
llevar a cabo el tránsito de la droga desde las costas de
Marruecos hasta las peninsulares. Las motos de agua son
ahora una de los elementos más empleados. Eso y que el
empleo de ‘paquetes’ submarinos era hasta la pasada semana
un método ‘infalible’, según mantenía la organización
desarticulada, encabezada por un conocido delincuente
español con residencia en la Costa del Sol y que mantenia
contactos con el norte de Marruecos y en Ceuta.
La droga fue capturada en la playa conocida como del
‘Saladillo’ de Estepona en una operación seguida por la
Policía y por la Agencia Tributaria.
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