Y además muy esperado, por los
pocos aficionados que van quedando al fútbol en Ceuta y
auténticos seguidores del primer equipo de la Ciudad.
Por eso la labor será doble, lo primero atraer, otra vez, a
esos aficionados y después hacer un equipo solvente y
competitivo.
Han pasado cinco temporadas, desde que José Antonio Muñoz se
fue del Ceuta y aunque con la mejor voluntad, es de suponer,
de quienes han llevado las riendas del equipo ceutí, los
resultados, los goles, las clasificaciones, no han
acompañado y se hacía necesaria la presencia de alguien que
trate de dar un giro a la entidad, para que esos pocos
aficionados aumenten y esos sobresaltos en los resultados
dejen de darse aquí.
José Antonio Muñoz no ha tenido competencia en las urnas.
Hubo amagos de ir a unas elecciones, pero se quedó en eso
de:” amagar y no dar”.
Y se quedó en eso, porque o no había verdadera intención de
presentarse o los apoyos que iba a tener eran más de palabra
que de hecho, con lo que, creo que con buen criterio,
desistieron de ir para no quedar en evidencia ellos,
mientras que por detrás había quien se frotaba las manos,
pero no se dejaba ver la cara.
Ahora llega el momento de la verdad, como decimos en la
fiesta de los toros, cuando se va a confirmar la alternativa
en Las Ventas.
Pero cuando uno llega a Las Ventas preparado no tiene miedo
a nada, sabe a donde va y a lo que va, con lo que no tiene
sorpresas.
Aquí, en el fútbol, aunque sea en plaza de 2ª B, se sabe lo
que hay que hacer, se sabe como hay que hacerlo, y si no se
“cortan las orejas” es porque el “morlaco” sale manso, o lo
que es lo mismo, porque no se ve puerta, pero todo estará
dispuesto para que al final haya, cuando menos, play off.
Luego, después, todo lo que venga será bien acogido y si ese
todo es el ascenso estaremos ya a la altura de lo que se
viene buscando desde hace muchos años y sólo se logró hace
30 años, en viaje de sube y baja, con más pena que gloria y
con el equipo en zona de descenso desde la sexta jornada.
Aquello es historia, sin más.
La rueda de prensa del jueves, en la sede (por ahora) del
Ceuta, con el nuevo presidente, tuvo el talante y el talento
de no querer entrar en terrenos resbaladizos, desde el
primer momento.
Un saludo y agradecimiento por la confianza depositada en él
y el deseo de que las cosas marchen. José Antonio Muñoz no
se tiró ninguna farolada sobre posibles fichajes, ni tampoco
dio ningún “tirón de orejas” por haber dado una baja a uno
de los pocos jugadores que quedaban con contrato, De Lerma.
Como hombre de fútbol, sabe que hay compromisos, de palabra,
que un presidente tiene que cumplir, aunque sea una “faena”
prescindir de De Lerma, que era de lo mejorcito de la
plantilla y tenía contrato en vigor.
Se ha comenzado a trabajar y trabajar en estos días en
cuestiones de fútbol es ir con el paso seguro y con el
camino recto, aunque sea a ratos, cuando queda un tiempo
libre del “tostón” que nos está resultando el Mundial de
Sudáfrica.
Volviendo a lo de casa, se acaba de sentar un precedente
interesante. De ahora en adelante cada cambio de presidente
llevará aparejadas unas elecciones. Buena cosa esta y si ese
presidente tiene que avalar parte del presupuesto, todavía,
mejor.
No vamos a jugar con ventaja, queremos jugar con limpieza y
lo haremos, sin buscar la primicia por escribir en el medio
del presidente del Ceuta. Es lo justo.
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