No es la primera vez, ni será la
última que escribo sobre Mercedes Milá, una periodista, una
profesional como la copa de un pino, por la que siento una
gran admiración, sobre todo por eso de decir al pan, pan y
al vino, vino.
En esta ocasión, vaya mi reconocimiento al saber que no
estoy sólo en mí crítica hacia ese programa de la
“telemierda” llamado “Sálvame”, que más que un programa
televisivo, me recuerda a aquellos patios de vecina donde se
reunían todas las señoras y se dedicaban a despellejar a
todo bicho viviente. Viendo con claridad la paja en el ojo
ajeno y no viendo la viga en los suyos.
El único cambio que existe es que aquellas vecinas se traían
sus sillas y se iban sentando conforme iban llegando. En
“Sálvame” la sensación que me produce es que es un circo,
donde el jefe de pista, va llamando uno a uno a los artistas
para que ocupen sus lugres correspondientes en la pista del
circo.
Sale el jefe de pista y grita con ustedes “el intelectual”,
ese que no sabe que Caracas es la capital de Venezuela. “La
princesa del pueblo” ganadora de un concurso de baile, a
pesar de que baila como un pato mareado.
Y así, de esa forma, con el grito al que nos tiene
acostumbrado el jefe de pista del circo, va presentando uno
a uno a sus colaboradores, mientras el público a la orden de
aplauso, en cuanto se levanta el cartelito en cuestión,
aplaude todas esas presentaciones, que cual estrellas del
circo van haciendo su aparición saludando al respetable.
Las vecindonas, perdón los artistas del circo no hay día que
no saquen a relucir a la Campanario, mujer del Jesulín de
Ubrique y enemiga de la “princesa del pueblo”, cuya fama se
debe a que tuvo una hija con el torero, este le dio
“puertas”, y lleva once años viviendo de contar siempre lo
mismo, lo mala que es la Campanario, que es la culpable que
el padre de su hija, no le dé todo el cariño a su Andreita.
Todos los artistas que componen el elenco del circo, se
lanzan a hacer un juicio paralelo a la Campanario, a la que
ya han condenado sin que sea juzgada, por ese juez
representante de la justicia que es el que debe decidir la
culpa que tiene la Campanario en el asunto por la que va a
ser juzgada.
Mercedes Milá, ha manifestado su repulsa al trato que le
están dando a la Campanario y a Jesulin de Ubrique en este
programa de la “telemierda”, donde está siendo condenada sin
haber sido juzgada.
Es más, Mercedes, además de demostrar su repulsa ante la
enorme campaña de desprestigio a la mujer del torero, no
sólo mostró su indignación por ese trato, sino que dijo
sentir vergüenza que unos compañeros de su cadena actuasen
de esa forma contra esta señora para, con ello, defender a
la señora cuyo mayor mérito, en esta vida, es haberse
acostado con un torero y tener una hija con él, lo que le
hace haber ganado millones por contar reiterativamente el
gran problema de su vida ¡¡pobrecita!!.
Gracias, Mercedes, porque una profesional de tu talla haya
coincidido con mis criticas hacia ese programa de “telemierda”.
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