Ceuta ha perdido a uno de sus hijos predilectos. El que
hasta este momento era el presidente de la Asociación de
Legionarios de Honor, Juan Orozco, falleció ayer en su hogar
a punto de cumplir los 80 años de una vida dedicada por
completo a la ciudad. Además de aparejador, fue una gran
figura del mundo náutico y un abanderado de las causas
sociales.
Ceuta acaba de perder a uno de sus hijos predilectos. El que
hasta este momento era el presidente de la Asociación de
Legionarios de Honor, Juan Orozco, falleció ayer en su hogar
a punto de cumplir los 80 años de una vida dedicada por
completo al mundo ceutí, en el que nunca dejó de colaborar y
de aportar ideas y proyectos.
Juan Orozco, de una familia caballa de raigambre, nació en
1930 en su querida ciudad, a la cual volvió para dedicarse
plenamente a ella tras haber realizado los estudios de
aparejador en Barcelona.
Una gran carrera
Más de 40 años ejerció Juan Orozco como funcionario y
aparejador en Ceuta, carrera en la cual llevó a cabo
prestigiosos estudios, trabajos y colaboraciones. “Uno de
los proyectos en los que pudo tomar parte y de los que
siempre estuvo más orgulloso fue el del Parque Marítimo”,
explicó ayer el cronista de la ciudad y amigo íntimo de este
ceutí, José Luis Gómez Barceló.
Pero Juan Orozco no fue únicamente aparejador. La que ha
sido “una de las principales figuras del mundo social ceutí
de los últimos años” ha sido también, a lo largo de su
dilatada y variada carrera, marino, organizador de regatas y
deportista vinculado al mundo náutico además de trabajador
social en organizaciones de la ciudad como la Asociación
Española contra el Cáncer. Fue Juan Orozco, además, fundador
de la Cruz Roja del Mar y fundador y presidente del Club de
Leones y de la Asociación de Legionarios de Honor de Ceuta.
Juan padecía del corazón y, después de toda una vida de
dedicación a sus grandes pasiones -su familia, sus amigos y
su ciudad- falleció dejando en Ceuta a dos hijos, una hija,
ocho nietos y miles de amigos que no le olvidarán.
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