Los guardias civiles melillenses asesinados por la banda
terrorista ETA, Juan Díaz Román y Antonio Molina Martín,
fueron ascendidos durante el transcurso de la jornada de
ayer a cabo con carácter honorífico y en homenaje póstumo,
en un acto presidido por el delegado del Gobierno en
Melilla, Gregorio Escobar. El acto ha transcurrido en el
vestíbulo de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla,
y a él han asistido varios familiares de los dos guardias
civiles asesinados, así como otros agentes, encabezados por
el teniente coronel jefe del Instituto Armado en la ciudad,
Ambrosio Martín Villaseñor.
Durante el homenaje, el general jefe de la Cuarta Zona de
Andalucía de la Guardia Civil, el general de brigada
Laurentino Ceña Coro, ha entregado el acta de ascenso a cabo
de Juan Díaz Román, la primera víctima de ETA de Melilla.
Su viuda, Mercedes Hernández García, ha recibido el homenaje
póstumo al cabo Juan Díaz Román, que fue asesinado el 24 de
abril de 1979 cuando desactivaba manualmente una bomba
colocada en un edificio de viviendas de Oñate (Guipúzcoa).
Gregorio Escobar, por su parte, ha entregado el acta de
ascenso a cabo de Antonio Molina Martín, que fue asesinado
el 17 de diciembre de 2002 en Collado Villalba cuando
interceptó a un comando terrorista que transportaba a Madrid
una furgoneta con 130 kilos de explosivos.
Su hermano, Pedro Molina Martín, que también es guardia
civil, ha recogido este homenaje póstumo a la segunda
víctima melillense de ETA.
El delegado del Gobierno ha destacado en su discurso que
este “sencillo, pero sentido y merecido homenaje”, permite
“mantener viva la memoria de estos dos héroes”, de los que
ha dicho que ambos “eligieron una vida dedicada al servicio
de los ciudadanos” pese a no ser “un camino fácil ni un modo
de vida cómodo”.
“Nos imbuimos en el espíritu de servicio de todos los
miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que han
sacrificado sus vidas protegiendo las nuestras, de los que
han caído en la lucha contra los terroristas, y de los que
se entregan cada día renunciando a la comodidad, a la
tranquilidad y a la estabilidad para defender nuestra
democracia”, ha dicho.
Según ha manifestado, con este homenaje se recoge el
“testigo” han dejado, y ha señalado que: “Ni el paso del
tiempo debilitará su recuerdo, ni la violencia de los
criminales apagará su memoria, ni la demagogia de quienes
intentan justificar a los asesinos mancillará jamás el honor
de estos guardias civiles”.
Escobar ha lamentado que tanto Juan Díaz Román como Antonio
Molina Martín “fueron asesinados cobardemente por los
terroristas de ETA”, aunque los dos “supieron caer con honor
y con valentía, cumpliendo con su deber y enfrentándose
hasta el último aliento contra estos criminales”.
Esta entrega “generosa” permitió salvar vidas, ya que “Juan
y Antonio con su vida frustraron dos masacres
indiscriminadas, dos matanzas cobardes planeadas por
asesinos, que en su violencia irracional convierten en
víctimas a todo hombre, mujer y niño que se cruza en el
camino de sus carnicerías”.
El delegado del Gobierno ha instado a no olvidar que “todos
somos objetivo de los terroristas”, ya que sus ataques “van
o tienen como blanco toda nuestra sociedad”, porque “en su
fanatismo, lo que pretenden es aniquilar los valores
democráticos que tanto nos ha costado alcanzar”.
Por esta razón, con este homenaje “renovamos el compromiso
de no cejar en nuestro esfuerzo de acabar definitivamente
con esa lacra que es el terrorismo”.
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