Y eso que hace casi diez años
había quien se tomaba a guasa el que en el Madrid, por
ejemplo, una de las fuentes de ingresos se basaba en la
venta de equipaciones del equipo, especialmente camisetas.
Aquí, en nuestro país, donde hay más listos o listillos, por
metro cuadrado, esos “espabilaos” tienen que tragarse sus
continuos chismes, cuando la realidad muestra, como viene
sucediendo estos días, que hay elementos como la camiseta de
la Selección Española, que es un auténtico filón para
ciertos establecimientos.
Y mira por donde, una gran cantidad de tiendas de aquí de
Ceuta, también, gracias a las camisetas de la propia
Selección Española, van a salvar un mes que se estaba
poniendo muy complicado.
Ahora, cuando no ha hecho más que comenzar la andadura de
España, aunque con derrota, en el Mundial de Sudáfrica, una
auténtica “marea roja” ha invadido la mayor parte de las
ciudades, con lo que la caja de los establecimientos del
ramo deja de tener tantos apuros, como venía teniendo.
Si el equipo que dirige Vicente del Bosque es capaz de
llegar hasta la final, cosa rara, y no digamos si la ganara,
más de uno de los establecimientos que podían correr el
riesgo de cierre, estoy convencido de que se salvará, al
menos de momento.
Ceuta, como Madrid, Zaragoza, Salamanca o mi pueblo,
aprovecha el tirón, al máximo, y apoya, en la distancia,
porque ese apoyo es hacia la Selección de Fútbol pero,
también, a todos aquellos establecimientos, muy
especialmente a los de deportes, que siguen vendiendo
equipaciones para mayores, para jóvenes, para niños y para
todas las edades.
Filas y filas de camisetas, ahora sólo de una marca, la de
la Selección Española, han ido disminuyendo, porque en la
última semana, el mejor regalo, aunque parezca mentira, es
una simple camiseta del Equipo Nacional.
En todos los escaparates de las tiendas de deportes, aparece
el color rojo de la indumentaria del Combinado Nacional.
Equipaciones, camisetas y todo lo que tiene que ver con la
Selección no para de venderse.
Todos quieren estar preparados para animar a España, incluso
comprando, también, en las tiendas de chucherías, una serie
de cosas que han aparecido estos días, que después del 12 de
julio ya serán historia, pero que en junio y julio harán su
autentico agosto, porque ya me dirán cual es el padre, la
madre, el hermano mayor o el abuelo que no le compra al
“nene” esa chuchería con la que se identifica con la
Selección.
Esto es el fútbol, a lo más alto de los niveles existentes,
pero esto es, también, en los ámbitos locales y aquí se está
viendo estos días, cuando algún fracasado ha lanzado la idea
de que al primer equipo de la Ciudad, si fuera preciso
habría que echarlo a la regional.
En Ceuta, a nivel local, como en el resto de España, a nivel
nacional, el talante y el talento de los no fracasados, o de
los que no son ”anti” se ha impuesto y es posible que el
próximo año, que no es año de Mundial, ni de Eurocopa,
tengamos la fiesta de un ascenso que está haciendo falta y
con lo que la afición dejaría de ser escasa para hacerse lo
numerosa que ha sido cuando el equipo era algo distinto a
una comparsa.
Ahora, en la Selección, hace falta la recuperación y en el
Ceuta la elaboración de un nuevo proyecto, mientras el
negocio de las camisetas sigue, afortunadamente.
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