¿Cuál es su nivel de estudios? ¿Cuántos libros tiene en su
domicilio? ¿Qué tipo de recursos domésticos tiene a su
alcance? ¿Cuál es su profesión? La respuesta a estas cuatro
preguntas están detrás, más que en ninguna otra región
española, del por qué los estudiantes de 4º de Primaria de
algunos colegios ceutíes demuestran un nivel de dominio de
la competencia lingüística más alto que el de otros centros
y corroboran que las familias que mejor índice
socioeconómico y cultural tienen son aquellas cuyos hijos
obtienen mejores puntuaciones. Según todas las fuentes
consultadas, el San Agustín y La Inmaculada.
Más allá de los datos gruesos de la Evaluación General de
Diagnóstico 2009 que la secretaria de Estado de Educación,
Eva Almunia, presentó anteayer, que sitúan a Ceuta como la
segunda región con peores puntuaciones al analizar el
dominio que sus alumnos de 4º de Primaria tienen de cuatro
competencias básicas (la lingüística, la matemática, la de
conocimiento e interacción con el medio físico -científica-
y la social y ciudadana) y como la penúltima también en lo
que a su índice socioeconómico y cultural (ISEC) se refiere,
hay otras conclusiones relevantes, de trazo más fino, en los
cerca de 200 folios del informe.
El dominio de los estudiantes ceutíes de las competencias
evaluadas es pobre en comparación con los del resto de
España pero no en todos los casos. Dos colegios, el San
Agustín y La Inmaculada según todas las fuentes consultadas,
superan las medias estatales, en algunos casos con holgura,
en una ciudad en la que la varianza de puntuaciones entre
colegios es superior a la tasa nacional e inferior dentro de
los mismos.
Es una de las conclusiones que se derivan del análisis de
las puntuaciones del alumnado ceutí evaluado en relación con
los contextos sociales, económicos y culturales de cada
centro, revisado a partir de las respuestas de los alumnos y
de sus familias y se ha expresado como un valor tipificado
para el ‘Promedio España’ con media 0 teniendo en cuenta
cuatro componentes: el nivel más alto de estudios de los
padres, la profesión más alta de los padres, el número de
libros en el domicilio familiar y el nivel de recursos
domésticos.
“La relación entre el índice socioeconómico y cultural (ISEC)
y el rendimiento del alumnado se puede interpretar como una
medida más de equidad del sistema educativo entre otras
muchas”, señalan los resultados de la Evaluación General de
Diagnóstico, en los que se detalla que “una relación baja
indica que el sistema reproduce en menor grado en los
resultados académicos las diferencias socioeconómicas y
culturales entre las familias de los alumnos y, por tanto,
es más equitativo que otro sistema en el que las diferencias
socioeconómicas y culturales de las familias se reproduzcan
en un mayor grado”. Por el contrario, si la relación entre
ISEC y rendimiento es alta, puede concluirse que el sistema
educativo es menos equitativo.
Los mayores valores, por encima de (0,25), lo presentan las
comunidades autónomas de Aragón (0,29), Madrid (0,29),
Cantabria (0,34) y País Vasco (0,38). Los menores
corresponden a las comunidades autónomas de Canarias
(-0,24), Andalucía (-0,26) y a las ciudades de Ceuta (-0,50)
y Melilla (-0,58). La Evaluación trata de estimar cuál sería
la puntuación que correspondería a cada Autonomía si todas
tuvieran un ISEC similar. Al llevar a cabo este ejercicio
las diferencias son significativas en Cantabria, Ceuta y
Melilla en todas las competencias.
Sin embargo, al estudiar la diferencia de puntuación
asociada a una unidad del ISEC, se comprueba sin embargo que
los valores de Ceuta indican un menor impacto del entorno
socioeconómico y cultural en el rendimiento escolar que la
media nacional, es decir, más igualdad interna general.
En España y en todas las regiones la variación que se
produce en los resultados de los alumnos entre unos centros
y otros (15,8% en lingüística, 14,6% en la matemática, 19,4%
en la científica y 16,3% en la social y ciudadana) es
notablemente inferior a la que se produce dentro (84,2%,
85,4%, 80,6% y 83,7%).
Varianza interna
Sin embargo, mientras que la varianza entre centros en Ceuta
es muy superior a la que se registra a nivel nacional,
dentro del mismo colegio la igualdad es mayor, algo no
necesariamente bueno. El propio estudio reconoce que la
diferencia de los resultados de los alumnos atribuible a sus
circunstancias económicas, sociales y culturales es “muy
notable”, más que en ningún caso en Ceuta, singularmente en
la competencia lingüística (9,7 puntos para una ratio
estatal de 6). Miméticamente, en todas las competencias
analizadas son los dos colegios con mejores ISEC los que
tienen los alumnos con mejores puntuaciones pero, salvo en
la lingüística, la relación no se reproduce entre peor ISEC
(según las mismas fuentes, el Príncipe Felipe) y peor
puntuación.
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