“Es necesaria una regulación general del velo islámico
integral”, dice la ministra de Igualdad, Bibiana Aído. “Hay
elementos como el burka que son difícilmente compatibles con
la dignidad del ser humano”, opina su homólogo de Justicia,
Francisco Caamaño. La posible prohibición de su uso en
espacios públicos divide a los principales partidos en
Ceuta.
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, abrió ayer por
primera vez la puerta en las páginas de EL PAÍS a que la
nueva Ley de Libertad Religiosa que cocina el Gobierno
socialista limite el uso del velo islámico integral, en
forma de burka o niqab, en los espacios públicos de toda
España, tal y como ya han decidido algunos Ayuntamientos
catalanes.
Caamaño dijo no querer “crear un problema donde no lo hay”
pero abogó porque el texto que salga del Congreso sea
“proporcionado y adecuado, respetando, cosa que en mi
opinión no hace el burka, la dignidad del ser humano en los
espacios públicos y, particularmente, la dignidad de la
mujer”. Además, añadió que la futura ley tendrá que adoptar
medidas con aquellos símbolos que impiden la identificación
de personas en lugares públicos y pueden suponer un problema
de seguridad.
La titular de Igualdad, Bibiana Aído, se anduvo ayer con
menos rodeos y en declaraciones a los periodistas se mostró
abiertamente favorable a “una regulación general del velo
islámico integral” que en Ceuta utilizan aproximadamente una
decena de mujeres según las fuentes de la comunidad
musulmana consultadas porque “el burka y todos los velos
integrales no sólo suponen un problema de identificación.
También atentan contra la igualdad y la libertad de las
mujeres”, avisó.
Al portavoz del PP ceutí, Francisco Márquez, le parece que
el Ejecutivo socialista se está metiendo en un jardín. “No
existe una demanda social al respecto ni parece en absoluto
necesario, a la luz de la realidad de la ciudad, una
iniciativa de esta naturaleza”, opinó antes de recordar que
el velo islámico parcial, el hiyab, “se utiliza de forma
cotidiana en todos los ámbitos de nuestra vida diaria sin
problemas, haciéndonos un ejemplo de integración,
convivencia y respeto mutuo del que tomar nota”.
La senadora melillense del PP María del Carmen Dueñas
respaldó, sin embargo, las intenciones del Estado porque a
su juicio este atuendo “invisibiliza” a la mujer y “va
contra los derechos básicos de cualquier mujer y de
cualquier persona”, aunque quiso dejar bien clara la
diferencia entre el burka y el velo islámico tradicional,
cuestión ésta última que “en Melilla se vive con
naturalidad”, destacó.
El líder del PSOE ceutí, José Antonio Carracao, también dejó
bien claro que de lo que habla el Ejecutivo central no es
del hiyab, sino del velo integral, cuyo uso, a su juicio,
“puede atentar contra la igualdad y la libertad de las
mujeres”. “Es un debate”, advirtió el socialista, “que debe
abordarse desde la reflexión porque es muy complejo y hasta
ahora se limita a una declaración de intenciones sobre un
proyecto de ley”.
El presidente de UDCE y líder de la oposición en la
Asamblea, Mohamed Ali, teme, sin embargo, que la futura Ley
de Libertad Religiosa pueda, por este camino, acabar
“estigmatizando” al Islam y a los musulmanes en general. “Es
paradójica que un proyecto encabezado por el concepto
libertad salte al primer plano de la actualidad por querer
prohibir el uso de determinadas prendas por una línea que,
tememos, acabaría afectando también al hiyab”, señaló el
diputado autonómico.
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