Llamo la atención de Yolanda
Bel en la plaza de África. Con el fin de saludarla.
Puesto que no había tenido la ocasión de hacerlo desde que
estuve en su despacho para entrevistarla. De lo cual hace ya
su tiempo. Y debo decir que esta mujer sigue luciendo una
figura tan estupenda como para que vaya causando tortícolis
a su paso.
Mi primera intención fue la de felicitarla por la concesión
de la Escoba de Oro 2010. Premio que se le otorga a
municipios y empresas que hayan realizado un gran esfuerzo
para mejorar la gestión de sus residuos urbanos y la
limpieza de sus calles. Pero fue mirarla y quedarme
atascado. Y cuando reaccioné sólo se me ocurrió decirle que
no le conviene seguir perdiendo peso. Que está en sazón.
Y la consejera de Medio Ambiente y portavoz del Gobierno,
que me conoce de sobra, no dudó en responderme que me hará
caso. Porque ella gusta de seguir mis consejos. Y así, con
su acostumbrado buen talante y su punto de ironía, supo
darle la conveniente replica a mi requiebro.
De manera que no tuve más remedio que despedirme y continuar
mi camino. Y, claro, ya no pude preguntarle acerca de cómo
ha visto ella todo lo que ha venido sucediendo con relación
a la Asociación Deportiva Ceuta. Aunque tengo más que
asumido que la consejera de Medio Ambiente, tan amante de
los deportes y sobre todo del fútbol, está más que
convencida de quién debe presidir el primer equipo de la
ciudad. Y es algo que en esta Casa vamos a tener muy en
cuenta.
Sin embargo, de haberme tropezado yo en la plaza de África,
o en cualquier otra plaza, con Kissi Chandiramani Ramesh,
me hubiera guardado muy bien de dirigirme a ella de la misma
forma que lo hice con Yolanda Bel. Por razones obvias. Así
que lo primero que habría hecho es inquirirle sobre las
razones que tuvo para tratar por todos los medios de ponerle
trabas a la candidatura de José Antonio Muñoz a la
presidencia de la ADC.
Y tengo la completa certeza de que la Consejera de Juventud,
Deportes y Nuevas Tecnologías, ante mi pregunta, habría
negado rápidamente ser sospechosa de estar en contra de que
la ADC volviera a ser regida por la persona más deseada por
una mayoría de abonados y aficionados. Y hasta estoy
convencido de que en su rostro se hubiera calcado el sonrojo
de saber que nosotros estamos al tanto de sus reuniones con
ciertos sujetos que no dudarían en quedarse tuertos con tal
de que José Antonio Muñoz no disfrutara del crédito
que tiene entre los aficionados.
Kissi Chandiramani Ramesh, formada en La Sorbona parisina,
según se me ha dicho, es mujer de la que siempre he
destacado su modosidad. Su saber estar y su compostura. Y
hasta he apreciado esa forma tan sigilosa con la que gusta
desenvolverse. Creyendo, de verdad, que ese sigilo procede
de su deseo de pasar en todo momento inadvertida. Una
especie de estar sin hacer el menor ruido en la tarea que,
por su cargo, debe desempeñar.
Mas nunca, si no fuera porque en esta ciudad todo se acaba
sabiendo, hubiese imaginado a KCHR formando parte de ese
frente antimuñoz que tanto ha dado que hablar. En fin, que
cualquiera comete un desliz. Y que pelillos a la mar.
Señora.
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