La llegada de la época del estío provoca una alerta máxima
en la operatividad regular de las patrullas de costa de la
Guardia Civil y una atención especial del Servicio Marítimo.
La afluencia ahora de numerosas embarcaciones a las
cercanías de la costa, la proximidad, a veces, de las
pateras marroquíes, o el seguimiento de movimiento de
cualquier nave por las costas ceutíes, bien en la bahía
norte o la sur, es una tarea en la que los agentes de la
Guardia Civil dedican en estos momentos más atención si cabe
dadas las mejores condiciones meteorológicas más propicias
para la comisión de delitos relacionados con el narco e
ilegales.
La llegada de un mejor tiempo climático trae consigo un
mayor uso de las embarcaciones, tanto las de recreo, como
las de pesca particular, y también la profesional. Pero es
tiempo también de mayores oportunidades para realizar pases
de droga, o de ilegales. Y todo esto aderezado con la labor
de control de la Benemérita de aquellas embarcaciones que
pululan por los límites costeros de Ceuta.
Es por ello, por lo que la Guardia Civil se emplea, aún más
a fondo si cabe, en la vigilancia del perímetro ceutí de
costa, tanto de la bahía norte como de la sur. Las llamadas
patrullas de costa se encargan de localizar embarcaciones
sospechosas, o aproximaciones a aguas ceutíes de naves con
intenciones delictivas.
La labor de estos patrulleros es decisiva para actuar
sorpresivamente contra quienes osan de acercarse a los
límites de Ceuta para usos clandestinos. Permanentemente en
contacto y coordinados, el Servicio Marítimo de la Guardia
Civil se convierten en la punta de lanza de la propia
actividad de las patrullas de Costa, con independencia de la
actividad propia de esta unidad marítima de la Benemérita.
En estos momentos cuando el estado de la mar es menos
adversa, la proliferación de las embarcaciones es una
evidencia, la Guardia Civil ha de redoblar sus esfuerzos.
La vigilancia es absoluta desde los balcones ceutíes a la
costa. Las unidades de la Benemérita se distribuyen a lo
largo del perímetro de Ceuta para controlar las posibles
incidencias. En estas últimas semanas estas actuaciones del
Instituto Armado son más evidentes, como se muestran en las
imágenes.
Inmigración
Por otro lado, la inmigración es un asunto de preocupación,
el aumento de las balsas de subsaharianos que parten desde
las costas del norte marroquí ha sido notable en las últimas
semanas. Casi medio centenar de ellos han tenido que ser
rescatados en mitad del Estrecho a lo largo de los últimos
40 días en labores coordinadas entre Salvamento Marítimo y
la Guardia Civil. Sin dar respiro, de manera diaria, la
Benemérita con sus medios, humanos y materiales tratan de
controlar accesos ilegales y gestionar, por su parte, la
elevada navegación en estas fechas.
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