De los 36 barcos del Estrecho dedicados a la pesca del atún
rojo, únicamente uno, el ‘Bárbara y Sandra’, es un barco
ceutí. Mientras, las dos licencias pedidas en noviembre para
dos nuevos buques siguen sin llegar. La pesca en Ceuta
continúa “sin levantar cabeza”, y no sólo en lo que al
mercado atunero se refiere. Los pescadores de la ciudad, por
una norma europea, siguen sin poder comercializar sus
productos en la península, ya que el beneficio se lo queda
el destino que acoja la venta.
La pesca en Ceuta, riquísima y llena de posibilidades debido
a su entorno único situado entre dos corrientes en constante
renovación, sigue, a pesar de esto y a causa de trabas de
las administraciones, “sin levantar cabeza” y “sin poder
competir, cuando puede hacerlo sin problemas, con otros
destinos nacionales con aguas menos ricas”.
El pasado miércoles, la Comisión Europea decidió cerrar
anticipadamente -finalizaba el próximo martes- la campaña de
pesca del atún rojo para la flota de cerco en España y
también en Francia y en Grecia, ya que sus barcos cerqueros
“han superado el cupo de capturas asignado”.
No deja de resultar desalentador que, siendo España el país
de la Unión Europea con más cuota de captura de atún rojo en
la parte oriental del Océano Atlántico y en el Mar
Mediterráneao, Ceuta no posea más que un único barco
dedicado a la pesca de esta especie, el ‘Bárbara y Sandra’,
que ni siquiera pesca mediante la técnica del cerco, sino
que atrapa a los atunes a altas horas de la noche utilizando
carnaza viva de caballas y de jureles.
El problema de la pesca del atún rojo en Ceuta y de su
industria pesquera en general ya viene “arrastrándose” desde
hace bastante tiempo. Sin ir más lejos, el pasado 10 de
noviembre, los pescadores de la ciudad solicitaban dos
licencias al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y
Marino para poder incorporar dos nuevas embarcaciones a la
flota atunera ceutí, licencias que siguen sin concederse.
Según los datos que maneja este Ministerio, la flota de caña
y líneas de mano del Estrecho, dedicada a la captura del
atún rojo, está conformada por un total de 36 barcos... De
los cuales sólo el mencionado ‘Bárbara y Sandra’ proviene de
Ceuta.
Muchas posibilidades
“Parece ser que lo que se está buscando es hacer de Ceuta un
gran puerto deportivo, lo cual supone un proyecto muy
positivo y necesario para el futuro económico y para la
proyección de la ciudad, pero con esto también se están
olvidando las inmensas posibilidades de nuestras aguas para
la pesca, que también son muchas”, explica Antonio Sosa, el
presidente de la Cofradía de Pescadores de la ciudad, que
hace además referencia al “sinsentido” de que no se puedan
llevar los productos animales de Ceuta hasta la península
para comercializarlos. “Si llevamos nuestros pescados, por
ejemplo, a Cádiz o a Málaga para venderlos, ese dinero se
queda en estas ciudades”, especfica Sosa, que aclara que
“esta ley es una ley de la Comunidad Europea, pero llevamos
tiempo pidiendo que el Gobierno Central nos ayude a que este
estado de cosas cambie: nosotros, desde luego, seguimos
reclamando ayuda contra esto”. “No podemos llevar camiones
de productos a la península y tampoco podemos crear una
marca propia de pescado ceutí porque no nos sale rentable
tal y como están las cosas”, lamenta Sosa.
El presidente de los pescadores ceutíes hace también
referencia a la subvención de 1.200.000 euros que se
concedió el pasado 18 de febrero a Ceuta y también a Melilla
para el desguace de los barcos de pesca. “Las subvenciones
siempre son muy positivas y siempre nos han ayudado mucho”,
señala el presidente de la Cofradía de Pescadores de Ceuta,
que sin embargo lanza la siguiente pregunta: “El problema es
que, aún con estas subvenciones, ¿qué hace un pescador una
vez que ha desguazado su barco?”.
Este sector ceutí sigue reclamando a Europa, en plena
crisis, unas medidas que creen “muy necesarias”. “Tenemos
una riqueza de peces y de mariscos tremenda; incluso vienen
barcos de Algeciras y de Tarifa a pescar a nuestras aguas:
es absurdo que no podamos aprovechar lo que tenemos y los
demás sí”, concluye preocupado Antonio Sosa.
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