Los sindicatos médicos han fijado ya el inicio de sus
movilizaciones contra los recortes salariales con una
concentración ante el Ministerio de Sanidad para el día 26,
en la que pedirán una serie medidas para garantizar la
sostenibilidad del sistema sanitario, como reducir la
burocracia y el intervencionismo político.
La Confederación de Sindicatos Médicos (CESM) acordó ayer en
Madrid iniciar un calendario de movilizaciones contra los
recortes salariales que van a padecer, cifrado por ellos en
un 7 por ciento, con una concentración de 15 minutos ante
las puertas del Ministerio de Sanidad que se ha convocado
para el 26 de junio.
El responsable de Comunicación de CESM, Florencio
Valladares, explicó a EL PUEBLO las medidas que se creen
inaplazables para garantizar la sostenibilidad del Sistema
Nacional de Salud (SNS).
Así, en primer término, se considera urgente que el Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, “sobre el
que en teoría recae el gobierno de los 17 servicios
autonómicos de salud”, funcione con “criterios
cohesionadores y ejecutivos. El objetivo es que las
decisiones sean vinculantes, es decir, que se tomen por
mayoría y sean de obligado cumplimiento en todo el ámbito
del Estado. De este modo, se evitarían espectáculos tan
penosos como la imposibilidad de llegar a calendarios
vacunales comunes”.
Para CESM también es imprescindible reducir el gasto
derivado de la carga burocrática y de representación que en
este momento supone la multiplicidad de sistemas sanitarios.
“En este sentido, se ha de adelgazar el Estado y simplificar
la estructura político-administrativa”, asevero.
También aboga por unos presupuestos destinados a las CCAA
para sanidad con carácter “finalista”, es decir, no deben
dedicarse a otros fines.
Los sindicatos médicos también creen necesario incrementar
la productividad y eficiencia del SNS mediante un plan
estructural de reformas que contemple dos objetivos básicos:
de un lado, la reducción al mínimo de la burocracia y el
papeleo con la estandarización de la historia clínica
digitalizada y las recetas electrónicas; y de otro, poner
fin al “intervencionismo político, manifestado en diversas
formas de clientelismo y nepotismo ideológico en la
designación de puestos gerenciales, o en la jubilación
anticipada de muchos médicos en la plenitud de su facultades
para sustituirlos por personal con contratos eventuales o de
interinidad sobre los que es más fácil ejercer desde arriba
la influencia que en cada momento se desee”. “El SNS debe
gestionar con criterios empresariales y no políticos”,
puntualizó Valladares.
Por eso se apuesta por racionalizar el uso de los recursos,
tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda. En
consecuencia, considera ineludible una comisión de expertos
en gasto sanitario que elabore un catálogo de prestaciones y
que se establezcan criterios de prescripción y financiación
de los medicamentos.
CESM cree igualmente pertinente en las actuales
circunstancia ir hacia una nueva cultura en la que los
ciudadanos se hagan responsables en la prevención de su
salud y contribuyan aunque sólo sea de forma testimonial al
gasto público que generan. “Hay que desarrollar una política
coherente y de calidad en el ámbito de los recursos
humanos”, dice.
Por último, recuerda que existe un proyecto de Pacto de
Estado por la Sanidad “que hoy duerme el sueño de los
justos”. “Nuestro criterio es que debe relanzarse e
incorporar las premisas anteriores, además de contemplar un
incremento porcentual del PIB (seguimos estando 2 puntos por
debajo de lo habitual en Europa occidental) y posibilitar
que los médicos, en la medida que deciden el 80% del gasto
sanitario, tengan mayores atribuciones en la gestión de la
sanidad pública”, añade. “Estamos convencidos de que si ya
fuesen realidad desde hace tiempo la mayoría de las medidas
hasta aquí expuestas, no habría sido necesario el recorte
retributivo anunciado. Incluso cabe suponer que hoy nos
acercaríamos a los salarios de los colegas franceses,
alemanes o ingleses, que doblan y hasta triplican los que se
perciben aquí”, concluyeron los sindicatos profesionales.
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