El Gobierno de Melilla maneja otros tiempos en relación con
su posible petición de entrada en la Unión Aduanera, una
decisión que entiende debe consensuarse con Ceuta a pesar de
la diferencia que en el manejo de los tiempos y las
prioridades mantienen los dos Ejecutivos. El de Vivas
acelera; el de Imbroda no.
El Gobierno de Ceuta ha instado a los agentes sociales
ceutíes a pronunciarse “a la mayor brevedad” formalmente y
por escrito sobre si la ciudad debería entrar o no en la
Unión Aduanera. Vivas quiere tener una decisión al respecto
antes de que termine el año.
El Ejecutivo de Melilla no cree que este asunto pueda
resolverse en esta legislatura. “Estamos a la espera de que
los grupos de trabajo constituidos en diciembre, que han
avanzado bien poco, aborden este tema, aunque a la vista de
la situación en España no creemos que este asunto pueda
resolverse en esta legislatura, sino a más largo plazo”,
explicó a este periódico Daniel Conesa, portavoz del
Gobierno de la ciudad hermana, que a pesar de la distinta
gestión de los tiempos que está haciendo con él también está
convencida de que es algo que hay que hacer “juntos”.
“Cada ciudad tiene sus particularidades que obviamente
tendrán que tenerse en cuenta de solicitar la integración,
en cuyo caso consideramos que es más importante definir el
cómo que dar un sí o un no simplemente”, completó el
político melillense, que comparte la idea de mirar al
referente canario para plantear un modelo similar de
aclimatación a esa nueva coyuntura económica. “En el fondo
estamos de acuerdo”, concluyó Conesa.
Fuentes del Ejecutivo ceutí coincidieron en que Melilla
“tiene otros tiempos” en relación con la prioridad y la
urgencia que da a resolver esta diatriba e indicaron que la
Ciudad Autónoma “no” piensa ralentizar el proceso de
consulta inmediata iniciado con la Confederación de
Empresarios, la Cámara de Comercio y los dos sindicatos
mayoritarios.
En su informe sobre la posible entrada de Ceuta en la UA el
catedrático de la Universidad de Murcia Joaquín Aranda
advirtió de que dar tal paso “podría contribuir a la
desaparición de determinadas actividades comerciales y,
sobre todo, a la desaparición del comercio de atípicos, o
cuando menos a moderarlo significativamente, teniendo además
en cuenta que la situación más probable es que se
desplazaría hacia Melilla, caso de que esta ciudad no se
integrara en la unión aduanera”.
“En paralelo”, advirtió el experto, “con ello Ceuta perdería
la identidad percibida de ciudad en la que encontrar buenas
oportunidades de compras, dado su carácter de territorio
franco y podría generar un impacto en el turismo y
visitantes, si bien la impresión general es que esta
situación ya se ha producido a lo largo del tiempo y es más
un complemento que un motivo para la visita a la ciudad”.
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