La administración tutelada de risperidona en los centros de
salud de Ceuta pretende ejercer un mejor seguimiento de los
pacientes con esquizofrenia, proporcionándoles mayor
estabilidad, menos recaídas, menos brotes de la enfermedad y
menos ingresos hospitalarios. Un programa que comenzó hace
dos años y medio y que este año ha logrado mantenerse, a
pesar de la crisis, con un presupuesto de 130.000 euros. Una
inversión que garantiza la tranquilidad del paciente y del
entorno que pudiera verse afectado por un posible revés en
la evolución de esta patología mental.
El programa, coordinado por el responsable del servicio de
Farmacia del Hospital Universitario de Ceuta, Santiago
Chavernas, y la directora de Enfermería de Atención
Primaria, María del Carmen Ruiz, ha entrado en su tercera
fase, que se ocupará de la inclusión de los pacientes en sus
programas de trabajo, con la finalidad de mejorar aún más el
cumplimiento terapéutico, tal relevante en este tipo de
patologías.
Según explicó Chavernas a EL PUEBLO, esta administración
tutelada mediante inyectable sustituye a la administración
oral, diaria y personal y mejora la adherencia al
tratamiento de los pacientes. En la actualidad, 42 ceutíes
son objeto de administración tutelada de risperidona entre
los tres centros de salud y la unidad de salud mental del
Ingesa.
El personal de Enfermería asume una parte muy importante del
programa. Se encarga de vigilar que el paciente se toma su
medicación o no. Si éste no acude al centro de salud se le
llama al domicilio. Si se encuentra mal la enfermera se
traslada a su casa para administrarle la risperidona. Si no
consigue su adherencia a la terapia se le comunica a su
médico.
Los efectos de este antipsicótico duran veinte días, pero se
administra cada catorce, cuando empiezan a aminorar. Así se
logra mantener la estabilidad del paciente.
La primera fase de este programa de administración tutelada
se inició con un estudio piloto en el centro de salud de
Recinto. En una segunda fase, se extendió a todo el Área de
Salud. Sus responsables temían que la crisis y los ajustes
económicos iban a llevarse el programa. Pero, finalmente, se
ha optado por mantenerlo en beneficio de unos pacientes que
en la mayoría de los casos puede hacer una vida
completamente integrada en sociedad.
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El antipsicótico que desplazó a un fármaco
clásico en psiquiatría: el haloperidol
La risperidona es un antipsicótico
que actúa sobre determinados neurotransmisores y que se
utiliza desde hace más de quince años. Con fecha 22 de
agosto de 2007, Risperdal, su nombre comercial, fue
autorizado como el único medicamento válido para el
tratamiento de la esquizofrenia en menores de 18 años, así
como para el tratamiento de la depresión bipolar o trastorno
bipolar en menores con edades comprendidas entre los 10 a
los 18 años, en conjunción con el litio. La risperidona
contiene benzisoxazola y piperidina como parte de su
estructura molecular. Antes de que apareciera la risperidona
el fármaco más común para tratar la esquizofrenia era el
haloperidol, con muchos más efectos secundarios. “La
risperidona es mucho más eficaz y tiene muchos menos efectos
adversos que el haloperidol”, concluyó Santiago Chavernas.
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