La titular del Juzgado de lo Penal número 1 dictó ayer
sentencia condenatoria para dos jóvenes que ocuparon el
banquillo de los acusados y que reconocieron ser los autores
criminalmente responsables de un delito de resistencia, otro
de coacciones, dos faltas de lesiones y una de hurto, en el
primer caso. Mientras que la segunda encausada asumió su
culpabilidad por una falta de lesiones y un delito de
atentado. Todo ello tras el atraco a una hamburguesería en
Claudio Vázquez.
Dos ceutíes confesaron ayer ante la magistrada del Juzgado
de lo Penal número 1 haber sido los autores del asalto a una
hamburguesería situada en Claudio Vázquez y la posterior
disputa con los agentes de la Policía que tuvo como
escenario una vivienda en la barriada de Benítez, donde se
produjeron las detenciones.
Para el primero de los acusados, la jueza dictaminó las
penas de un año de prisión, por los delitos de resistencia y
coacciones, y el pago de 735 euros al responder por una
falta de hurto y dos de lesiones. Su participación en los
hechos por los que le acusaba el Ministerio Fiscal,
acontecidos el 12 de marzo sobre las 00:45 horas, se
limitaron, en un primer momento, a abrir la caja
registradora del establecimiento y llevarse tres billetes de
diez euros y un teléfono móvil.
Luego, en el momento de su detención en una vivienda de la
barriada de Benítez, el acusado agredió a dos agentes del
Cuerpo Nacional de Policía y coaccionó a un testigo que se
encontraba en el interior del domicilio para que no saliese
de él. Además, el encausado deberá pagar al dueño del
establecimiento los 30 euros que hurtó y un teléfono móvil,
cuyo valor se resolverá en la ejecución de la sentencia.
La segunda imputada, pareja del anterior, fue condenada por
la magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 a un año de
prisión, por el delito de atentado, el pago de 135 euros por
una falta de lesiones y 150 euros más por las lesiones
causadas a uno de los agentes policiales.
Los hechos que le imputó el representante del Ministerio
Fiscal se ciñeron a la agresión de un agente policial justo
en el momento en el que este intentaba detener al primer
procesado. Y posteriormente, resistirse en su propia
detención. La unidad de Delincuencia Especializada y
Violenta (UDEV) fue la que, por aquella fecha y con los
escasos datos facilitados sobre el asalto al local,
consiguió identificar al autor del mismo, e incluso
comprobar que el sujeto pernoctaba en el domicilio de
Benítez pese a no ser su lugar de residencia habitual.
Al término del juicio, la magistrada dictó la firmeza de la
sentencia.
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