La Fundación Migres ha dado un paso más en su estrategia de
la Custodia del Territorio, un movimiento que busca la
conservación del patrimonio natural, paisajístico y cultural
a través de la implicación de los propios agentes sociales
en su cuidado y protección.
El sistema se basa en un conjunto de acuerdos, siempre
voluntarios, entre los propietarios de los terrenos y las
entidades de custodia públicas o privadas sin ánimo de
lucro. Esta formula proporciona una gran agilidad y
dinamismo a la hora de aplicar las estrategias de
conservación y gestión de la naturaleza, ya que permite
adaptarse con gran rapidez y bajo coste a los cambios
producidos en la biodiversidad por, entre otros factores, el
calentamiento global.
Los acuerdos de custodia persiguen la gestión responsable de
los territorios, de manera que los propietarios trabajen
conjuntamente con las entidades para conservar los valores
ambientales de las fincas, garantizando al mismo tiempo que
los usos o actividades que se realizan en las mismas
(forestal, agrícola, ganadera, la caza, pesca, ocio, turismo
etc.), se desarrollen de forma compatible con la
biodiversidad que albergan.
La entidad se plantea avanzar de manera estratégica y
conjunta en la promoción institucional, social, legal y
técnica del concepto de Custodia del Territorio, así como en
su aplicación en la gestión y conservación del patrimonio
natural, cultural y del paisaje. Muchos son los expertos que
coinciden en la importancia de la creación de una política
fiscal que incentive y reconozca las buenas prácticas
ambientales.
|