Puntualmente, ayer a media mañana
y en su céntrico salón de actos, enclavado en el histórico
“Ensanche” de Tetuán, el Director del Centro Cervantes, Luís
Moratinos, el rector de la Universidad Abdelmalik Essaadi,
Mustafá Bennouna, el director de la Universidad
Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP) en el Campo de
Gibraltar, Antonio Monclús, el tercer alcalde de Tetuán y el
alcalde de La Línea, inauguraron el curso internacional
sobre “El diálogo de las culturas cristiana y musulmana en
el marco de la Alianza de Civilizaciones. Historia y
realidad”. En el acto y entre los asistentes estuvo presente
la consejera ceutí Isabel Deu, Presidenta de la Fundación
Premio Convivencia, quien participará el próximo miércoles
en una mesa redonda sobre las “Dimensiones del Diálogo de
Culturas”.
A lo largo de esta semana desfilarán por el mismo un
destacado elenco de reconocidos profesionales y
especialistas en el campo de la fenomenología de la religión
así como expertos en cristianismo, Islam y judaísmo, sin
soslayar al budismo, como explicó ayer por la mañana en una
delicada intervención preñada de misticismo, el jesuita Juan
Masiá, catedrático de Ética en la universidad japonesa de
Sophia. Entre otros autores, los asistentes (más de setenta
personas matriculadas) podrán escuchar al profesor de origen
iraquí Waleed Saleh Alkhalifa (profesor de la Autónoma de
Madrid y uno de los más cualificados expertos en islamismo
radical), el polémico y reputado teólogo de la Carlos III,
Juan José Tamayo, Antonio Piñero, gran experto en
cristianismo antiguo y docente en la Complutense de Madrid o
Emilio González Ferrín, director de la Cátedra Al Andalus de
la Fundación Tres Culturas, mientras que por parte marroquí
nos encontramos con los profesores de la Universidad de Fez
Abdelatif Chahboun y Abderrazak Ourkia, Abdelhouahed El Asri,
de la Facultad de Letras de Tetuán o Abderrahmán El Fathi,
así como la docente Farida Benazouz, que abordará los
aspectos de la literatura morisca como puente y virtual
al´qántara, entre Oriente y Occidente.
Todo un lujo para la blanca paloma de la Yebala, la
emblemática ciudad de Tetuán antaño refugio de la diáspora
andalusí y, después de Toledo en España, la tercera ciudad
más importante para el judaísmo además de su histórica
capital espiritual, Jerusalén. De forma brillante, aquellas
semillas de apasionante diálogo que este escribano abordó
años ha en el Centro Lechundi de Martil en compañía del
escritor tetuaní Ahmed Megara han fructificado como frondoso
árbol, primero a través de los apasionantes Foros de Debate
que en el mismo viene patrocinando los dos últimos años el
Consulado General de España en Tetuán y que ahora, en los
comienzos del verano, rematan de forma brillante el
Instituto Cervantes y la Universidad Internacional Menéndez
y Pelayo, con al apoyo de la Diputación de Cádiz y la
Fundación Dos Orillas. No hay duda de que algo se está
moviendo, “chuia chuia”, en el minado y enmarañado campo del
diálogo interreligioso, siendo significativo que sea al fin
y al cabo el Reino de Marruecos, sin duda el país musulmán
más moderado y abierto dentro de sus particulares
coordenadas ideológico-religiosas dentro de la geografía del
Islam así como el más próximo en lo geopolítico a Occidente,
el que acoja en estas históricas tierras de Tetuán, tan
entrelazadas con las de España en esa larga historia
compartida (que no común, por romper el tópico) desde los
tiempos de la Mauritania Tingitana hasta Al-Andalus, estas
significativas muestras del tan difícil pero imperativo
Diálogo de Culturas. Eso sí, con las cartas encima de la
mesa.
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