Con tener éxito no es suficiente,
los demás deben fracasar (Gore Vidal). Con esta
frase, si me lo pidieran, podría yo empezar explicándoles a
los aficionados cuanto viene sucediendo, desde hace días,
alrededor de la Asociación Deportiva Ceuta. Reconozco que es
la cita ideal para captar inmediatamente el interés de
cuantos quisieran saber los motivos por los que un asunto de
mero trámite se ha convertido en una lucha en la cual están
saliendo a relucir manifestaciones de la vida áspera de esta
ciudad. Por decirlo de manera suave.
Cierto es que los aficionados a la ADC querrían conocer,
inmediatamente, el nombre de la persona que ha provocado el
estallido del egoísmo, de la envidia, de la crueldad, del
orgullo desmedido, en cuanto se supo que José Antonio
Muñoz presentaba un proyecto atractivo para hacerse con
la presidencia del primer equipo local. Y, seguramente, me
vería obligado a revelarlo. Aceptando yo, claro está, todas
las consecuencias desagradables que mi intrepidez me
proporcionara. Que no serían pocas.
José Antonio Muñoz sí estaba enterado de lo que podía
pasarle en cuanto anunciara su deseo de hacerse con la
presidencia de la ADC. Porque se lo había dicho yo de manera
insistente. Aun a costa de saber que mi sinceridad podría
abocarnos a discutir agriamente. Pero hube de arriesgarme. Y
los hechos han terminado por darme la razón. Puesto que fue
presentar su atractivo programa futbolístico, según dice
Mohamed Alí, en la conferencia de prensa que ha dado, y
desencadenarse una ristra de mentiras para echar abajo el
proyecto de un hombre a quien odian varios otros.
Y la aversión que le tienen a JAM, esos tres o cuatro
individuos, va aumentando cada día más al verle tan
emprendedor cual decidido a afrontar retos en tiempos de
crisis; sin darse cuenta de que la envidia es tóxica y les
está mermando las facultades para poder rendir en el
tálamo...
Mohamed Alí ha tenido que dar una conferencia de prensa para
denunciar que un medio local ha mentido al publicar que
Muñoz lo haya intentado comprar. Le ha faltado a MA, por más
que sus declaraciones hayan sido tan acertadas como
necesarias, dar el nombre del medio. No entiendo las razones
que pueda haber tenido éste para no mencionar ‘El Faro’.
Aparte de eso, tiempo habrá para escribir acerca de la
intervención del líder de la UDCE. Que ha sabido, como
político, aprovechar más que bien el momento de duda creado
por quien tendría que haber actuado de manera bien distinta
en un tema que no ha sabido tratar.
Más por encima de todo, del egoísmo, de la envidia, de la
crueldad y del orgullo desmedido que haya provocado con su
decisión, hay algo que no tiene sentido: haberse expuesto
por una decisión nunca antes tomada -acuérdense de cómo
llegaron Ernesto Valero y Felipe Escane a la
presidencia-, a que los aficionados pongan el grito en el
cielo.
“Con tener éxito no es suficiente, los demás deben
fracasar”. Con esta cita empezaría yo mis explicaciones. Si
acaso me las pidieran los aficionados a la Asociación
Deportiva Ceuta.
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