Nunca las prohibiciones han
alcanzado el éxito deseado por aquellos que las han
propuesto, más buen han supuesto un fracaso. Aquí, en este
hermoso país, hemos decidido prohibir todo los que creamos
conveniente prohibir. Prohibimos el fumar, intentamos
prohibir en determinadas ciudades las corridas de toros,
prohibimos el tocar el himno nacional y rendir honores al
Santísimo en aquellos lugares que se lleva haciendo desde
hace más de cuatro siglos, siendo una tradición de esos
pueblos o de esas ciudades. ¿Y qué se ha conseguido con
eso?. Nada
Desde que salió la ley prohibiendo fumar en determinados
lugares, y que ahora se va a ampliar a todos los lugres
públicos y fiestas de guardar resulta que, con esa
prohibición, ha aumentado el número de fumadores en un
treinta por ciento. Cosa que me viene a dar la razón, del
fracaso que suponen las prohibiciones. Para muestra ese
treinta por ciento en que ha aumentado el número de
fumadores.
La prohibición de fumar está basada en la gran cantidad de
personas que mueren al año por cáncer del pulmón. Cosa que
está muy bien por aquello de cuidar la salud y evitar un
gran gasto a la Sanidad Pública.
Millones de personas mueran al año. Dicen los que estudian
el asunto que un niño muere cada diez segundos por falta de
alimentos Desde mí particular, personal e intransferible
punto de vista, ¿no sería mucho mejor sacar una ley en la
que se prohibiese que todos esos millones de personas,
incluidas esos niños muriesen por falta de alimentos?.
Fumar, sin discusión alguna, es perjudicial para la salud,
eso nadie lo puede negar. Como nadie puede negar que le
fumador empedernido y menos empedernido, el fumador en
general no habrá ninguna ley que le impida fumar, mientras
se siga vendiendo tabaco en los estancos o en los carrillos.
¿Han calculado la gran cantidad de puestos de trabajo qué se
pueden perder, si esa ley prohíbe fumar en los lugares
públicos como bares o restaurantes?.
La verdad es que con nuestra boyante economía llena de
brotes verdes, nada importa que se pierdan miles de puestos
de trabajo. Para eso está Caritas que se encuentra desborda
en las grandes ciudades, para tratar de aplacar el hambre de
todas esas miles de personas que acuden a ella para llevarse
algo caliente, cada día, al estomago.
No hemos conseguido nada con esa prohibición. Perdonen
miento y jamás me ha gustado mentir, sí hemos conseguido
algo muy importante, que el número de fumadores aumente en
un treinta por ciento debido a esa ley que prohíbe fumar.
Se mire como se mire hay que reconocerlo, porque la verdad
nada más que tiene un camino, es un gran éxito el conseguido
con la ley antitabaco.
El gran éxito conseguido está basado que con ella, el número
de fumadores ha aumentado en un treinta por ciento ¿Le
parece a usted poco éxito el de esa ley?.
Sigo apostando por sacar una ley que prohíba,
terminantemente, que millones de personas, entre ellos un
niño cada diez segundos muera de hambre.
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