Cinco grandes personajes de Ceuta ya cuentan con sus propias
calles, que ayer fueron inauguradas por el presidente, Juan
Vivas, que destacó sus “trayectorias vitales ejemplares y de
valores positivos”. Los cinco son José Alfón Benoliel,
Moisés Benhamú Benzaquen, Fortunato Bendahan Abecasis, Juan
Díaz Fernández y la ‘Señorita Valderrama’.
Cinco grandes personajes de la ciudad de Ceuta ya cuentan
con sus propias calles, que ayer fueron inauguradas por el
presidente, Juan Vivas, en compañía de sus familiares, de
sus amigos y de aquellas personas que los conocieron o que
han ido sabiendo de ellos por medio de las historias de sus
hazañas y de sus vidas que se han ido transmitiendo de
generación en generación entre los ceutíes.
El mismo Juan Vivas señaló que “estas nuevas calles que
tenemos en la ciudad atienden a lo intangible y ponen de
relieve para que formen parte del recuerdo permanente las
trayectorias vitales ejemplares de estos cinco ceutíes,
trayectorias que transmiten valores positivos”.
Ejemplos para los demás
Las primeras tres calles en ser inauguradas fueron las
dedicadas a José Alfon Benoliel, Moisés Benhamú Benzaquen y
Fortunato Bendaham Abecasis, las tres en el entorno de Calle
Real 90.
Vivas definió a José Alfón Benoliel como “un modelo de
integridad y de decencia” y como “un concejal que nos enseñó
a todos los que llegamos después de él que, por encima de
los anhelos personales, siempre prima el interés general”.
De Moisés Benhamú y de Fortunato Bendaham el presidente
destacó que “fueron dos personas que vieron truncadas sus
vidas en la defensa de la libertad, la justicia, la igualdad
y la dignidad y con las que Ceuta ya no tiene factura porque
están ya para siempre en el recuerdo”.
Las dos siguientes calles, dedicadas a Juan Díaz Fernández y
a la ‘Señorita Valderrama’, fueron inauguradas en el
Recinto.
De Juan Díaz el presidente señaló que “fue un hombre que
elevó al escalón de lo sublime el periodismo y el
costumbrismo”, mientras que de la ‘Señorita Valderrama’
destacó su “rectitud en el magisterio y el aprecio por la
lengua que inculcó a niños y niñas”.
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