Eso según para qué y según se esté
en puestos de responsabilidad o se esté en la oposición.
Con toda la razón, estamos oyendo desde hace muchos meses al
PP, a nivel nacional, que desde el Gobierno de la Nación se
están haciendo auténticos despilfarros, con los que hemos
llegado, a nivel nacional, a la situación crítica y sin
visos de arreglo de inmediato, en que nos encontramos.
Pero como “no es lo mismo predicar que dar trigo”, el PSOE,
allí donde no gobierna, a nivel local o a nivel autonómico,
le devuelve la pelota a los del PP y les acusa de lo mismo
que el PP censura a Zapatero y sus seguidores: de
despilfarro.
Ceuta no podía ir por libre en este asunto, y con sus
alabanzas y sus críticas, también entra en el capítulo de
despilfarros, por mucho que se quieran atenuar, desde los
órganos de Gobierno.
Y el PSOE, aquí en la oposición, también tiene derecho a
hablar, a criticar y ya lo creo que critica “lo mucho que
gasta la Ciudad en flores para el centro”.
Estoy deseando oír la respuesta que se da, desde la Santa
Casa Madre, porque eso de las flores está muy bien, a mí me
gustan tanto como al que más pero ¿Hay flores para todas las
barriadas?.
El centro, estamos de acuerdo, es lo más visitado,
representa el auténtico escaparate de la Ciudad, para los
visitantes. Eso no lo duda nadie.
Sin embargo, barriadas como Zurrón, Hadú, Almadraba, el
Puerto y otras muchas, también tienen sus necesidades, en
sus calles, de día y de noche, con lo que no sería de recibo
que en una parte hubiera lujo y en otras partes se careciera
de lo indispensable.
Todo tiene su justo camino y con esto se explica el que la
portavoz socialista en la Asamblea, Inmaculada Ramírez,
reclame más austeridad y más coherencia entre lo que hace y
lo que dice el Gobierno del Partido Popular.
Lo que comentábamos unas líneas más arriba, en la oposición
y para eso existe, se ven todos los puntos flacos de los que
están gobernando, mientras que estos, sean del tinte que
sean, constantemente están mirándose el ombligo y de esas
miradas llegan a la conclusión de que ellos son “los
enviados” del Cielo para que todo marche por el buen camino.
Qué poco me gustan las actuaciones de los políticos, qué
poco comparto las “ideas” de los unos y de los otros,
especialmente cuando en ellos se da la doble moral,
dependiendo de que ostenten cargos de representación o estén
a la espera de ostentarlos.
Inmaculada Ramírez, y también es esa su labor, casi la
única, ha pedido una y otra vez que haya más coherencia
entre la austeridad, que el presidente Juan Vivas pregona y
lo que hace, después, con el dinero de todos los ceutíes.
Si volvemos la vista hacia atrás, o hacia lugares en los que
gobierna el PSOE, esa serie de frases son las mismas, sólo
que cambiadas de siglas, con lo que, aunque alguien se me
moleste, cosa que me da igual, tenemos que decir que
aquellos que han elegido, como forma de vida, esa carrera de
ser políticos la constituyen “los mismos perros, con
diferentes collares”.
Y que nadie mire para otra parte, porque no haría falta más
que tapar las siglas: PP/PSOE, o a la inversa para ver que
están diciendo lo mismo, con el simple adorno de su comienzo
y su final, o lo que es igual: mismo contenido, distinto
envoltorio.
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