OPINIÓN - LUNES, 7 DE JUNIO DE 2010

Los ceutíes, con sus tradiciones

Los vaivenes reguladores del Gobierno central, que el mes pasado aprobó un nuevo Reglamento de Honores Militares que sembró la polémica en Toledo, Burgos y otras capitales de provincia con Corpus Christi de gran tradición castrense, no deslucieron ni emborronaron ayer la celebración de esta festividad religiosa en la ciudad autónoma, donde miles de ciudadanos se echaron a la calle para conmemorarlo como cualquier otro año. El pueblo de Ceuta dio así, como sus instituciones, un ejemplo de mesura y madurez del que deberían tomar nota quienes se dispersan de lo importante con lo accesorio. Los símbolos son importantes y la aconfesionalidad de nuestro Estado también pero ambas cosas son compatibles con tradiciones tan arraigadas.
 

Recelos sobre la sanidad pública

Parece contradictorio y lo es: la inmensa mayoría de los ceutíes elegiría, si pudiera, un servicio médico privado antes que uno público para enfrentar una enfermedad grave. Sin embargo los residentes en la ciudad autónoma no suspenden la atención que reciben cuando visitan a su médico de cabecera, a un especialista, Urgencias o el Hospital Universitario. Es más, un porcentaje alto de los que durante el último año se han visto obligados a pasar por la consulta de un médico de lo público dice que se le trató bien. Sin embargo la carga de prejuicios que soporta la asistencia del INGESA hace que, a priori, a los vecinos de la ciudad todo les parezca peor, más lento, menos confortable... La Administración debe seguir mejorando sus prestaciones, pero también buscar la fórmula de explicarse mejor y atajar esos prejuicios.