La barriada Poblado Sanidad necesita un lavado de cara. Así
lo aseguró el vocal de equipamiento urbano de la FPAV, Juan
de Dios Díaz, que visitó la zona durante la pasada semana y
constató las deficiencias que hay en la misma. Desde los
baches en la calzada hasta el antiguo sistema de
alcantarillado, pasando por problemas en los cables de
alumbrado y la ausencia de equipamiento como papeleras o
bancos.
En sus ya tradicionales visitas por las barriadas ceutíes,
el vocal de equipamiento urbano y nuevas tecnologías de la
Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV),
Juan de Dios Díaz, se reunió la pasada semana con el
presidente de la asociación vecinal de Poblado Sanidad para
conocer de primera mano las deficiencias de la zona. Para
Díaz, el estado de la barriada es “como si no hubiese pasado
el tiempo. Le falta de todo. No existe acerado alguno, es
decir, no hay bordillos y los coches pasan a pocos
centímetros de las viviendas”. Además, en cuanto a la
calzada se refiere, “está casi todo bacheado”. En relación
al alcantarillado y la red de abastecimiento de agua, y
según informó el propio presidente vecinal de la zona a
Díaz, Abdelkamil Mohamed, “nunca se ha tocado. Cada dos por
tres se atascan las cañerías”. En el tema de alumbrado, “las
cajas de la luz están completamente a la intemperie y hay
incluso algunas conexiones que se encuentran con cinta
aislante, lo que provoca cortocircuitos. Lo mismo ocurre con
la red telefónica: todas las cajas de conexiones al aire
libre y totalmente oxidadas”.
Por otra parte, el vocal de la Federación quiso destacar que
en la zona de la calle que va al grupo cuarto de la
barriada, hay un grifo del que sale agua potable “y que
nadie utiliza”. Díaz continuó enumerando las deficiencias en
equipamiento urbano de Poblado Sanidad y destacó que “no
existe ninguna papelera” y tampoco “una zona de parque
infantil donde los pequeños puedan jugar. Tampoco existe
ningún banco en los que los mayores se puedan sentar”.
Además, “los parterres se encuentran totalmente destrozados.
Hay algunas zonas que son hasta selváticas”. Según
aseguraron los propios vecinos, en estos lugares hay
“chinches, ratas y serpientes” y tienen que estar todo el
día con la puerta cerrada para que no entren “los bichos”.
Según insistió Díaz, es “necesaria” una recuperación social
y de equipamientos para que los vecinos de la zona puedan
vivir de forma tranquila.
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