LUNES. 1
Lo saludé hace ya mucho tiempo para decirle que había leído
‘Sevilla en mi corazón’: uno de los libros escritos por él.
Y Ramón Soto me lo agradeció con palabras sentidas.
Hoy, cuando lo he vuelto a ver paseando por la ciudad, he
tenido el gusto de saludar nuevamente al poeta. Quien, a sus
82 años, se muestra con esa vitalidad que nos obliga a
calificar de estupenda. Apenas comenzada la conversación,
Ceuta ha sido el motivo principal. Y, como RS se había
olvidado de que yo no soy nacido aquí, hube de recordárselo.
Como también le recordé que estoy a punto de cumplir treinta
años viviendo apasionadamente las cosas de esta tierra. En
fin, que hablar con Ramón Soto, trotamundo del periodismo, y
maestro de muchos saberes, es siempre apetecible.
MARTES. 2
Hallo a Alejandro Sevilla en la plaza de África y nos
ponemos a charlar. Hablamos, en principio, de lo mucho que a
mí me gustaba, cuando yo era noctívago, sentarme en uno de
los bancos de la reseñada plaza, antes de irme a dormir.
Eran otros tiempos y uno disfrutaba de manera bien distinta.
Alejandro me habla de sus cosas... Porque sabe que yo le
presto mucha atención a todo cuanto él me refiere. Así que
me dice que viene de visitar a un amigo que anda necesitado.
Pues los tiempos que corren están siendo muy duros. Y me
pone al tanto de que camina hacia la vicaría. Con el fin de
entrevistarse con el vicario, Francisco Correro Tocón.
Aunque reconoce que no son los mejores momentos para pedir
ayudas económicas. Y aprovecho la oportunidad para decirle
que a mí me cae bien Francisco Correro. Y que estuve
tentado, varias veces, de entrevistarle a tumba abierta... Y
que me contuve para no ponerle en un aprieto. Aunque me
consta que el vicario general del Obispado en Ceuta, además
de tener gran formación, es persona muy dada a responder sin
circunloquios. Conversar con Alejandro Sevilla fue, una vez
más, un placer.
MIÉRCOLES. 3
Es la primera vez que hablo con Abderrafer Mohamed,
nuevo presidente del Partido Democrático y Social de Ceuta.
Y lo hago en las instalaciones que acogen la Redacción de
este periódico. Y, tras la primera pregunta, referida al
llorado Mustafa Mizzian, Abderrafer me dice que el
recuerdo del compañero prevalece por encima de todo. Que la
gente lo sigue recordando como un protector de los más
necesitados. Y que la muerte del fundador del partido ha
dejado una huella imborrable y un vacío enorme. Tal es así,
que en estos momentos se carece en el Ayuntamiento de la
presencia de un hombre con su misma entrega a favor de los
más pobres. Y es que Mustafa Mizzian, desde el año 94, fue
capaz de desvivirse por muchas personas hasta su muerte. De
manera que a sus seguidores no les cabe más que seguir
adelante con su tarea. Con la tarea que truncó el
fallecimiento de MM. Y Abderrafer Mohamed me dice que están
dispuestos a continuarla.
JUEVES. 4
Hablando estoy con Manolo Gómez Hoyo, en plena calle,
cuando Isidro Hurtado de Mendoza se suma a la
conversación. Tras pedir el permiso correspondiente, acorde
con su más que reconocida buena educación. Y lo primero que
me pregunta es si José Antonio Muñoz está en su
despacho. Y le digo que sí. Así que Isidro no tiene el menor
inconveniente en decirme que quiere verle para pedirle que,
si a bien lo tiene, lo incluya en la junta directiva de la
Asociación Deportiva Ceuta, si acaso José Antonio termina
siendo presidente. Y mi respuesta fue rápida: Mira, Isidro,
ojalá que José Antonio Muñoz mande al carajo todo lo
concerniente al fútbol de Ceuta. Una empresa que a mí se me
antoja que solamente le acarreará disgustos y le robará
tiempo a sus principales ocupaciones. Por más que sea la
persona más idónea para dirigir los destinos del primer
equipo local. Pero sus enemigos son tan desgraciados como
constantes. Mi consejo, de verdad, es que debería olvidarse
de ese asunto y dejar que los aficionados se dirijan al
palco de Juan Vivas para abroncarle. Que será muy pronto.
VIERNES. 5
Radio Ceuta está anunciando que José Antonio Muñoz
pasará por los estudios de la Cadena Ser para ser
entrevistado, pasada la una de la tarde. Y, claro, hago un
alto en mi trabajo para escuchar atentamente sus
declaraciones. El editor de este periódico se sabe de
memoria lo que yo pienso acerca de cómo suelen actuar
ciertas personas de esta ciudad. Y las razones por las que
no conviene fiarse de ellas lo más mínimo. Puesto que, a la
primera vuelta de manivela, son capaces de hundir la daga en
el costado de quienes confiados en sus buenas palabras hayan
caído en el error de dormirse en los laureles. José Antonio
Muñoz y yo nos llevamos bien. Muy bien. Pero solemos estar
en desacuerdo en no pocas ocasiones, debido a que él confía
ciegamente en la palabra de algunos personajes de esta
tierra mientras que yo pongo siempre en cuarentena lo que
prometen tales ejemplares. En suma, que hoy he visto al
editor de este periódico llamando en la radio a las cosas
por su nombre. Sin eufemismos que valgan. Y me he sentido la
mar de bien. Ya era hora...
SÁBADO. 6
Me llama por teléfono alguien a quien conozco desde que
llegué a esta ciudad. Y lo primero que me pide, como es
costumbre en él, debido a que anda cortito de valor, es que
si decido contar lo que me va a decir, procure omitir su
nombre. Y, como siempre, alega que desea mantener el
anonimato para no perjudicar a un hijo suyo que está muy
bien empleado en sitio donde, si conocieran lo que piensa
sobre lo que está ocurriendo con la Asociación Deportiva
Ceuta, sería muy mal visto. Tras prometerle que su nombre no
saldrá a la palestra, va y me dice que coincidió en una
tertulia con dos políticos pertenecientes al Gobierno
presidido por Juan Vivas, y que salió a relucir la
situación de la ADC. Y los dos políticos no tuvieron el
menor inconveniente en decir que el miedo que existe en el
seno del Gobierno es que José Antonio Muñoz, si acaso
obtiene la presidencia del club, consiga el ascenso. Que hay
alguien a quien el mero hecho de pensar que Muñoz es capaz
de salirse con la suya, le desquicia los nervios. De manera
que ha decidido ponerle todas las trabas, habidas y por
haber, para descentrarle. Con el deseo evidente de que JAM
desista de su empeño. Y que al frente del equipo haya una
camarilla que sea tan manejable cual falta de personalidad.
¿Qué piensas tú al respecto?, le digo. “Que para ocupar un
puesto de tanta responsabilidad se requiere un hombre con
brío y capacidad de mando. Y ese hombre es José Antonio
Muñoz. Pero, por favor, no se te ocurra mencionar mi
nombre...”.
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