Los sindicatos CCOO y CSI-CSIF hicieron durante el
transcurso de la jornada de ayer un llamamiento a la
participación en la huelga de funcionarios que tendrá lugar
el próximo día 8, fecha en la que también se ha convocado
una manifestación que discurrirá por la principal avenida de
Melilla y finalizará en la Delegación del Gobierno.
Además, ambos sindicatos han defendido la convocatoria de
huelga general si la reforma laboral prospera y supone
recortes sociales a derechos ya adquiridos por los
trabajadores.
El secretario de la Federación de Enseñanza de CCOO-Melilla,
Ricardo Jimeno, ha invitado a toda la ciudadanía a que se
sume a esta manifestación, ya que si no se expresa de manera
“enérgica” el rechazo a las medidas de recorte del Gobierno,
se extenderán de la Función Pública a otros sectores
económicos y sociales.
Jimeno ha argumentado su teoría al subrayar que primero ha
sido el ‘decretazo’, aprobado por un solo voto de diferencia
en el Congreso de los Diputados, al que seguirá la reforma
laboral, que se aprobará presumiblemente el día 16.
“Si no se moviliza la gente, estamos dando pie a este
Gobierno para que haga con nosotros lo que quiera”, ha
destacado Jimeno, que ha justificado la tardanza con la que
han reaccionado los sindicatos en sus protestas ante el
Ejecutivo porque se le había dado “un voto de confianza”.
Sin embargo, este margen de confianza se ha visto roto
después del ‘decretazo’ impulsado por el Gobierno de
Zapatero, de ahí la importancia de estas movilizaciones,
para evitar que los recortes puedan afectar a más ciudadanos
además de a los empleados públicos.
De hecho, ha recordado que la disminución en un 90 por
ciento de la oferta pública de empleo ya está perjudicando a
la ciudadanía en general, que también puede verse afectada
por medidas que posiblemente formarán parte de la reforma
laboral, como la ampliación de la edad de jubilación.
“Se empieza por uno, pero se acaba por todos”, ha advertido
Jimeno, que ha calificado de “injustas, antisociales y
desequilibradas” las medidas adoptadas por el Gobierno
socialista, las cuales quiebran también el diálogo social
comprometido entre la Administración y los sindicatos. Por
su parte, el presidente del sindicato CSI-CSIF en Melilla,
José Silvestre, se ha expresado en los mismos términos que
el dirigente de CCOO, que también ha hecho un llamamiento a
los empleados públicos para que secunden la huelga o, por lo
menos, acudan a la manifestación.
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