Verán: Esto se está pareciendo a lo que una vez pasó en el
Congreso de los Diputados, que provocó que su Presidente,
Federico Trillo, dijera aquello de: “manda huevos”.
Nos estamos refiriendo a la suscitada cuestión del relevo en
la directiva del club. Las primeras impresiones, las
primeras declaraciones, alguno de los estrambóticos
candidatos autopropuestos, la nota de prensa de la todavía
directiva y, sobre todo, los movimientos de algunos de esos
personajes, como Rafa Montero, que ‘sí comen’ (¡y de qué
manera!), pero se niegan a que ‘coman’ otros. Bueno, a ver
si somos capaces de desembrollar todo esto con pocas letras.
Es de todos conocido, que el “dedo de Dios” ha designado
hasta ahora a las directivas del club. La verdad que con más
pena que gloria vistos los resultados deportivos. Y también
son de todos conocidos los “grandes conocimientos”
deportivos de Valero o de Escane. Están o han estado ahí por
“otras causas”, pero, eso sí, con el apoyo institucional más
clamoroso de la historia reciente del club. Pero la
evidencia no permite sostener ni un minuto más el sinsentido
de esos “nombramientos”, porque eso es lo que eso fue:
“nombramientos oficiales”, tras el “cese” del único
responsable que dio muestras de entender de la cosa, que con
la mitad de dinero que estos han manejado, defendió un
proyecto deportivo que siempre estuvo en la cresta. La mala
suerte y, tal vez, la falta de apoyo, malograron el ascenso
del equipo a segunda división, pero el equipo estaba ahí. No
es de extrañar que muchos aficionados deseen su vuelta a la
dirección del club.
Pero los malos no descansan. Los que no piensan en el
interés general, sino en que alguien, aunque sea el mejor,
no llegue a despuntar más de lo que a ellos les pudiera
interesar, ¿Verdad Rafa?.
¿Envidia? ¿Odio? ¿Obsesión compulsiva? ¿Qué? Algo de todo
esto y un poco o un mucho más. Y, claro, vayamos a
calentarle el oído al que manda y de paso cambiamos sobre la
marcha las reglas de juego: ¡Ahora sí que queremos
elecciones!
Pero en este punto se plantea la gran cuestión: Según los
estatutos del club, sólo pueden votar los socios. Pero como
esto hace inviable la elección, por sufragio, de la
directiva, el Presidente de la Federación de fútbol, el Sr.
García Gaona, que es como si fuera un directivo más del
club, solicita la tutela del Instituto Ceutí de Deportes (ICD),
en lugar de la Federación Nacional de fútbol, que tiene
magníficos abogados, de los que carece por cierto el ICD, y
todo ello para interpretar los estatutos y sacar en ese
sentido, una interpretación de los mismos acorde a sus
intereses, por parte de un funcionario sin ninguna
cualificación jurídica. Solución: Que voten los abonados
(¡cómo si una cosa y otra fueran equiparables!). Y es
entonces cuando la directiva actual que dice quererse ir,
anuncia que habrá elecciones, que podrán votar los abonados
y que para ser candidato hay que tener una antigüedad mínima
de 12 meses.
Está bien dar participación a los abonados, aunque sea
ilegal, por aquello de que se gastan dinero en ir a ver los
partidos, pero algunos nos preguntamos lo siguiente: Si al
equipo de verdad quien lo sostiene es la Ciudad Autónoma y
esto se hace con el dinero de todos los ceutíes ¿por qué no
podemos votar todos los ceutíes? O mejor: ¿Por qué no se
hace un referéndum? O mejor todavía: ¿Por qué no le
preguntamos directamente al editor del decano, Rafa Montero,
y nos dejamos de gaitas? Pero también queda otra gran
pregunta en el aire: ¿Por qué el Presidente de la Ciudad no
vuelve a hacerlo como hasta ahora y punto? ¿Quién le
preguntó a los abonados para enchufar a Valero o Escane?
¡Ah!, claro, estos no “molestaban” a ningún editor-decano.
Lo de Mohamed Alí es de aurora boreal. Resulta que ahora
junto a Aróstegui, dos ‘caballas’ hasta la muerte, apoya a
otro arribista, Manolo Luque, detrás del cual se encuentra
Cecilio Castillo que desea continuar con su particular
chollo. Yo creo que los de Sigma 2, que le han dado una
proyección de dos escaños para las próximas elecciones se
han quedado cortos.
En fin, Luque, Vinuesa y ¿alguno más?. Y resulta que ni
siquiera son abonados con la antigüedad requerida (pero eso
a lo mejor también se arregla).
En fin, a todos estos les importa un bledo el Ceuta y están
dispuestos a lo que haga falta, incluso hacer desaparecer el
club, para que José Antonio Muñoz no lleve a cabo su
proyecto deportivo.
Alguien con mayúsculas, no sólo pretende escurrir el bulto,
sino que vuelve a dar muestras de escasa fiabilidad. Sólo a
solas, como con lo del antiguo conservatorio, pero ya verán:
si alguien va a protestar, tampoco.
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