La abundante reserva de agua permitirá sortear el verano sin
complicaciones en lo que al suministro se refiere, y ello a
pesar de que el periodo estival generará un aumento seguro
de la demanda. Según todas las previsiones, la Ciudad deberá
bombear al menos 3.000 metros cúbicos más cada día, que
serán extraídos íntegramente de los pantanos, ya que la
desaladora no puede superar los 22.000 metros cúbicos.
Todavía no se ha abierto el grifo del agua para el verano
pero conforme avance la temporada de playa no habrá más
remedio que inyectar más recursos a la red de
abastecimiento.
Si la ciudad está consumiendo actualmente unos 29.000 metros
cúbicos diarios, cuando el verano entre de lleno se
necesitarán al menos los 32.000 metros cúbicos, lo que
supone un aumento en la cantidad de agua bombeada de tres
mil metros cúbicos.
Todo este consumo de más habrá de ser aportado por los
pantanos, ya que la desaladora no puede producir más agua
potable de que la produce en la actualidad: 22.000 metros
cúbicos. Con todo, los embalses se mantenían ayer todavía al
92 por ciento de su capacidad y, concretamente, el Renegado,
todavía sigue recogiendo agua de los manantiales de Benzú,
por lo que el suministro sigue garantizado todo el año.
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