La escritora local Flor Garrido inauguró la tarde de
presentaciones literarias de ayer con su libro de relatos
‘No se cerrarán tus ojos’. El resto de las muestras
literarias corrieron a cargo de grandes autoras como
Felicidad Hurtado Sánchez, Rosa Mª Lázaro, Inés Mª Guzmán, a
excepción de la quinta y última que clausuró el evento con
Marceliano Galiano.
Las presentaciones literarias continúan ocupando gran parte
de la Feria del Libro 2010. En esta ocasión, la autora local
Flor Garrido fue la encargada de inaugurar la ronda de
muestras públicas con su obra ‘No se cerrarán tus ojos’, un
libro que “indica la esperanza en poder continuar con la
lucha de la vida, con ánimo y sin desfallecer”.
Garrido aprovechó la ocasión para hacer un breve repaso
sobre su carrera y leyó al público un poema dedicado a su
nieta Celia y sus raíces, caballas y cordobesas. Además,
deleitó a los asistentes con un intenso relato en el que
habló con dulzura de su estrecha y especial relación con
Jerusalén, lugar donde la escritora ha encontrado una gran
fuente de inspiración realizado numerosos viajes, sobre
todo, para visitar a su hermana.
A esta presentación le siguió la del titúlo ‘El Tapiz’, de
Felicidad Hurtado, en la que la autora habló de sus pequeños
relatos en los que recoge los recuerdos de la Ceuta que
vivió cuando niña en los años 60. Acto seguido le tocó el
turno al primer libro de poemas de Rosa Mª Lázaro Blanco
titulado ‘El eco de la mariposa’. La autora local reúne en
esta obra el “arduo” trabajo realizado durante varios años.
Con él “intenta acercar al lector a su parcela más íntima,
en donde las pequeñas cosas y los sentimientos sencillos se
convierten en versos”.
En cuarto lugar, previo a la última y única presentación
masculina, la escritora Inés María Guzmán habló sobre su
obra, ‘Acto segundo escena cuarta: Mujer sola’. Recrea temas
universales como la elegía y la idea de la vida como un
espectáculo.
Galiano clausuró el evento con su obra ‘El Aroma de
Arrayán’. El escritor da comienzo a su libro con estas
palabras: “Al realizar obras en una casa en el barrio
granadino del Albaycín, se encontraron emparedadados en un
muro 54 códices en lengua árabe y un manuscrito de papel
grueso en cursiva árabe-andalusí. Una vez ordenados y
catalogados, se pudo hacer la traducción del texto”.
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