Y confirmado, en rueda de
prensa, por parte del presidente de la entidad ceutí, Felipe
Escane.
Era conveniente, si es que no necesario, tras la campaña
hecha por el equipo caballa, que no fue capaz de meterse en
el grupo de equipos con posibilidades de ascenso.
Cambios y retoques, durante la temporada, no dieron el
resultado apetecido y, con buen criterio, más que forzados
por nada y por nadie, han decidido marcharse para que otros
cojan las riendas del club.
Las pasadas cuatro temporadas
Por encima de todo, hay que verlas en el ámbito deportivo y
el resultado no ha sido bueno, no se ha estado a la altura
de lo que se esperaba y si bien es cierto que en la
temporada 2007-2008 faltó un gol para lograr el ascenso, no
menos cierto es que las dos siguientes no consiguieron que
el equipo entrara entre los cuatro primeros, principal
objetivo del Ceuta, con un presupuesto más alto,
económicamente hablando, de lo que muestra la clasificación
final.
Y es que, en el fútbol, lo que queda es el resultado y los
logros obtenidos sobre el terreno de juego. Todo lo demás es
“letra pequeña” que muy pocos son los que la leen.
Se aferran a lo económico
Es posible que Felipe Escane tenga razón, cuando dice que el
equipo, en estos momentos, está mejor, económicamente
hablando, que cuando ellos lo cogieron.
No es para menos, si de por medio ha habido un plan de
saneamiento, con más fondos aun, para dejar las cuentas a
cero.
Y tampoco me extraña esto, cuando las subvenciones, en los
años pasados, han sido las más altas de toda la historia en
el fútbol ceutí.
Si el equipo está saneado será mejor para el que lo coja,
porque la subvención, con un recorte del 40%, aunque será
suficiente, dará menos margen de maniobra que el pasado año,
y por tanto habrá que andar con pies de plomo, recortando
gastos y escatimando hasta la última peseta para poder tener
lo mejor, algo así como “los jugadores del Real Madrid, pero
con el presupuesto del Ceuta”.
Saber fichar
Puede haber sido el lunar más notable de esta directiva, en
los últimos dos años.
Y es que dejar en manos de una persona, únicamente, la
composición de un equipo, es peligroso, y más si esa persona
no vive aquí.
Ha habido temporadas en las que José Enrique Díaz
confeccionó un equipo bueno, pero como sus relaciones con
los entrenadores no eran las mejores, al final quien pagó
fue el Ceuta, que sigue siendo menor de edad.
Labor para el futuro
Lo primero será confeccionar un equipo que trate de ser
competitivo. De lo que hubo este año no queda casi nada,
porque la casi totalidad de la plantilla termina contrato el
día 30 de este mes de junio.
Es el primer gran problema con el que se va a encontrar el
que llegue, aunque es cierto que queda, por delante, mucho
tiempo y antes del comienzo de temporada, este capítulo
puede estar, perfectamente, solucionado, y estará si quien
se haga cargo del Ceuta es persona de fútbol, con
relaciones, conocimientos y ganas de devolver a la entidad
lo que le faltó este año: competitividad.
La despedida
Ni fue, ni tenía que ser, agria. El presidente, Felipe
Escane, supo dar una salida que podemos considerarla airosa,
para su marcha.
“La pelotita si no entra...”, es lo mejor, ni hacer, ni
buscar sangre, para no terminar de echar a los aficionados
que quedan y que siguen siendo fieles a la entidad.
Después habló de presiones familiares, cosa que también
tiene que influir, porque semana tras semana, jugando fuera
o en casa, no es agradable el no poder pasar ni ese fin de
semana con la familia y si, además, por los resultados, poco
convincentes, tienes que soportar las criticas, está claro
que la familia tendrá que decir algo.
Actuación paralela
Es lo que se impone. Los unos, los que se van, tratando de
cerrar su gestión, los otros, los que llegan, intentando
poner en marcha el equipo.
Unos y otros no tendrán que entrecruzarse en sus cometidos.
Los que se van nada tienen que hacer en el capítulo de
fichajes. Los que llegan bastante tendrán con conformar su
equipo y preparar la campaña de abonos.
Y a todo esto, en las explicaciones que el presidente dio,
al despedirse, hubo alguna verdad a medias, porque es
posible que sea cierto que el señor López García de Vinuesa
se haya dirigido a ellos, para hacerse con el equipo. Eso no
lo descarto, pero tampoco debiera haber pasado por alto que
José Antonio Muñoz había estado la anterior semana en el
despacho de Juan Vivas y éste ya les había dicho a los
directivos salientes, cómo se presentaba la situación. Creo
que la corrección mostrada en la despedida no debe
enturbiarse con “ese olvido” que hubo en sus
manifestaciones.
Un adiós sentido
Como son todas las despedidas, pero mostrando unas líneas
maestras sin repuntes, con lo que su andadura fue sin
grandes sobresaltos, pero con una situación que no destaca
nada cara al futuro.
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