Cuando escribo sobre las geniales
ideas que se me ocurren para salir de la crisis, muchos se
lo toman a broma, como si les contara un chiste. Pobres
míos, no se dan cuenta de que algunas de esas ideas,
geniales por ciertos, las está aplicando el Gobierno.
A tenor de esas ideas, a las que no voy a llamar geniales
sino “magistrales”, escribí de la necesidad de recortar las
subvenciones a todos aquellos que sólo nos sacan el dinero
pero sin productividad alguna.
Empecé diciendo que la primera subvención que habría que
quitar era la de los partidos políticos. Pues según mí
genial idea, eso debería ser como el que quiere apoyar, con
su dinero a un equipo de fútbol y, para ello, se convierte
de forma inmediata en socio de su equipo, que se mantiene en
la categoría o aspira a subir de ella, gracias al dinero que
le inyectan sus socios. O sea, con claridad, el que quiera
fútbol que lo pague.
Lo mismo, según mi idea, debería pasar con los partidos
políticos. El que quiera que su partido juegue en esa
liguilla que es la política que lo pague. No se va a hacer,
eso no tiene discusión alguna pero sin embargo, en otros
países como son los EE. UU si que se hace, realizando cenas
a precios astronómicos y actos, en los que sus seguidores
aportan grandes cantidades, para conseguir el triunfo de su
partido.
Eso de quitar las subvenciones a los partidos políticos,
dándoles millones y más millones según los escaños
conseguidos, no se va a hacer en nuestro país. Así que
tranquilos los de la clase política que, de momento, su
dinero está asegurado. Como está asegurado que todos esos
millones saldrán del bolsillo de todos los españoles.
Sin embargo, todo hay que decirlo, para que se enteren los
que se toman a broma mis geniales ideas, las subvenciones se
van a recortar.
Y se van a recortar, precisamente, en todas aquellas que uno
indicaba debería hacerse. Por poner un ejemplo de esas
magistrales ideas, se va a recortar la subvención, en casi
un sesenta por ciento, a la industria cinematográfica y en
un cincuenta por ciento a muchas ONGS, cuyas subvenciones no
tienen razón de ser.
Lo de recortar la subvención al cine, haciendo caso de mis
geniales ideas, me parece perfecto porque, de esa forma, nos
ahorramos una gran cantidad de dinero invertida en alguna
películas que son auténticas birrias, que desaparecen de la
cartelera en menos que canta un gallo pues, siempre, tratan
el mismo y manido tema que a nadie interesa, dejando las
salas de proyecciones vacías y perdiendo cada año más y más
espectadores.
Lo de suprimir algunas que otras subvenciones a determinadas
ONGs, tamben fue tratada en una de mis geniales ideas. Sólo
daría subvenciones a aquellas que, en verdad, están
realizando una gran labor social, que haberlas haylas como
las meigas.
Siempre he pesando que el que quiera hacer obras de caridad
lo haga con su dinero, no a costa del dinero te los demás.
Como se podrá fácilmente apreciar, el Gobierno está tomando
medidas que se parecen como dos gotas de agua, a mis
geniales ideas. ¿Cómo te has quedaos, bacalao?
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