Era la fiesta más grande del año.
Se celebraba en toda España y formaba el tercer jueves al
que había más fervor, junto al Jueves Santo, el Jueves de la
Ascensión y luego tres semanas después el Corpus Christi.
Nadie, por mucho que se empeñen en mezclarlo, veía en ello
la unión de Estado e Iglesia. Era una fiesta, era la fiesta
a la que todos tenían o teníamos una devoción grande, y no
había más que hablar.
Ahora la fiesta del Corpus es la gran desconocida, para
muchos. Salvo Toledo que sigue considerando su fiesta mayor,
y muy pocos lugares más, incluso se ha trasladado a domingo,
en vez de ser en jueves. Y es que con eso de la
regularización de fiestas, algunas de ellas postizas y sin
ningún tipo de atractivo, todo lo que olía a años
anteriores, seguro que de siglos atrás, se ha ido cambiando.
En esto la cuestión de la memoria histórica parece que no
interesaba demasiado, y es que la propia expresión ha sido
tan ambigua, como ambiguos son los resultados presentes, ya
veremos cara al futuro.
Pero volvamos al Corpus, que en este año será el próximo
domingo, día 6 de junio.
Particularmente, y lo he dicho mil veces, no soy la persona
que más se pierde en el ámbito religioso, me gusta esta
festividad en la que aflora la fe, afloran los sentimientos
y en la que Cristo está presente, al menos para los
creyentes, eso no lo debemos de dejar de lado, por respeto a
quienes creen, al menos.
Y Ceuta, un lugar en el que conviven y se entremezclan
cuatro culturas, con sus propias religiones, ha sabido
conservar el talante, dentro de la tolerancia, de no dejar
de lado las creencias muy aferradas de muchos de sus
conciudadanos.
En Ceuta se celebra el Corpus con una gran brillantez, el
centro de la ciudad lo vive como un día de los grandes del
año, con lo que ya están comenzando los preparativos y se
empiezan a dar cifras:” cinco mil docenas de claveles darán
color a las alfombras florales”.
Desde la Ciudad, los técnicos de los correspondientes
organismos han empezado a preocuparse, para que todos los
ornamentos estén a su debido tiempo preparados, en las
calles ceutíes.
Flores, ya hemos dado algunas cifras, serrín de colores,
helechos ..., constituyen la base de las decoraciones
tradicionales de Ceuta, ese día, especialmente, en la Gran
Vía y en el Paseo del Revellín.
La Gran Vía quedará cortada al tráfico el sábado, día 5, a
partir de las tres de la tarde. Desde esa hora se comenzará
a colocar la decoración floral, para la procesión, una de
las más concurridas, del domingo, día 6 de junio.
Trabajo extra, pues, para los técnicos de la correspondiente
Viceconsejería y para los miembros de todas las juntas de
gobierno de las hermandades de la Ciudad.
Además de los técnicos de la Viceconsejería de Festejos, que
es donde se puede encuadrar esta ornamentación y todo lo que
conlleva, van a participar en labores de decoración de las
calles de Ceuta los operarios de Jardines, Parque Móvil y
Almacén General.
Una fiesta, por tanto, que necesita de una gran
colaboración, hasta que llegue la procesión del Corpus que
saldrá el domingo a las 8 de la tarde, desde la Catedral.
Otro año, cosa que nos agrada, la población de Ceuta tiene
una importante cita con el Corpus Christi, y los actos para
la celebración de esta fiesta comenzarán el domingo a las
siete de la tarde, cuando se oficie una Misa concelebrada en
nuestra Catedral.
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