Los planes de salud estudian ya como contraatacar la
ofensiva de las tabaqueras por captar nuevos clientes entre
las mujeres de países en desarrollo. Desde la Consejería se
apuntó que se estaba pensando en campañas género-específicas
para mostrar las graves consecuencias que para la salud
tiene el tabaco.
La acción de los planes contra el tabaquismo y la mayor
conciencia de la ciudadanía sobre la necesidad de dejar de
fumar está obligando a las empresas tabaqueras a agudizar el
ingenio para mantener su cuenta de resultados. Así, si bien
el consumo de tabaco ya ha llegado a su cima en el caso de
los hombres, se aprecia un crecimiento exponencial en las
mujeres. Esta es la razón por la que cada vez hay más
campañas publicitarias dirigidas a captar a mujeres de
países en vías de desarrollo. “Uno de cada dos fumadores
muere a consecuencia del tabaco y la industria necesita
reponer clientes”, apuntó la coordinadora del Plan Municipal
contra el Tabaquismo, Cleopatra R’Kaina, con motivo del Día
Mundial Sin Tabaco que se celebraba ayer.
“Prueba de esta estrategia es, por ejemplo, la aparición de
la marca Camel 9, que emula el perfume Chanel número 9 y
sugiere que fumar puede ser un signo de glamour,
independencia, belleza...”, prosiguió R’Kaina. Por eso desde
los planes de salud se está pensando en contraatacar con
publicidad género-específica, como la que se puede incluir
en productos como las compresas.
Con todo, la guerra se gana batalla a batalla y así, la
Consejería de Sanidad logró aumentar en un 83 por ciento el
número de personas que demandaban tratamiento de
deshabituación en 2009. A fecha de hoy hay 160 personas
atendiendo a estos tratamientos y en 2009 fueron 421. Las
posibilidades de éxito de este tratamiento, que combina los
métodos psicólogicos y farmacológicos, se sitúa entre el 20
y el 40 por ciento.
Además de los casos que atiende directamente, la Consejería
también aporta al Ingesa los fármacos para que puedan
desarrollar sus propias terapias. En 2009, 121 pacientes
acudieron a los centros de salud del Ingesa.
Todavía no existen datos concluyentes sobre la prevalencia
del tabaquismo en la ciudad autónoma. La última encuesta, de
2005. arrojaba un porcentaje de un 38 por ciento de
población fumadora. Pero los planes de salud contra este
problema empezaron en 2006 y hoy se estima que el porcentaje
ha bajado al 30 por ciento, a la espera de la nueva encuesta
prevista. Este año la campaña se ha orientado a eliminar el
consumo de tabaco en los propios hogares.
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