La decisión adoptada la pasada
semana por el Ejecutivo socialista como consecuencia de las
exigencias de la Comisión Europa y de los Estados Unidos de
América supondrá el mayor recorte en derecho sociales de
nuestra historia democrática, con el único objetivo de
reducir el déficit público ya que, hasta el momento no han
planteado otras medidas que pudieran corregir la tendencia
actual de nuestra economía. Todas las administraciones
públicas deberán adoptar las medidas incluidas en el
decretazo aprobado por un solo voto de diferencia en las
Cortes Generales el pasado jueves y como no puede ser de
otra manera, las comunidades y ciudades autónomas serán las
primeras en cumplimentar las directrices marcadas desde el
Gobierno de la nación.
Hasta el momento, nuestra ciudad no ha sufrido especialmente
los efectos de una crisis que en cualquier localidad
peninsular ha supuesto una considerable disminución en los
gastos extraordinarios de las familias españolas. A partir
de la entrada en vigor del decretazo, que incluirá los
recortes en los salarios de los funcionarios, nuestra Ciudad
experimentará una situación similar a la mencionada al
existir un importante número de trabajadores públicos en
ambas administraciones, que se verán obligados a recortar
los presupuestos destinados a actividades lúdicas,
recreativas y comerciales, que afectarán drásticamente a los
ingresos de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Circunstancia, que
provocará necesariamente la disminución en las partidas
destinadas a los diferentes servicios que la ciudad presta a
sus ciudadanos.
No obstante, el Ejecutivo local deberá reflexionar en
profundidad y decidir en consecuencia donde establecer
dichos recortes, que sin ninguna duda, deberán producirse en
aquellas áreas o actividades que no supongan una disminución
en las prioridades de un Gobierno, que ha mostrado una
exigente sensibilidad, en los últimos años con los
colectivos más desfavorecidos de la ciudad por tanto, estos
deberán producirse en las partidas destinadas a protocolo,
eventos sociales, festivos y recreativos así como, en las
destinadas a sufragar los gastos de algunas asociaciones,
entidades y clubes deportivos. Entre estos últimos, debo
destacar quien ha sido beneficiario en los últimos años con
importantes partidas provenientes de las arcas públicas sin
haber conseguido alcanzar el objetivo propuesto en los
últimos cuatro años, la Asociación Deportiva Ceuta.
Quizás, sea el momento de retrotraernos en la historia del
fútbol ceutí con la intención de extraer experiencias que
pudieran enriquecer a los futuros dirigentes al objeto, de
llevarlos a la práctica en el nuevo proyecto. Aún perdura en
la memoria de muchos ceutíes la hazaña alcanzada el 25 de
mayo de 1980 cuando, la extinta Agrupación Deportiva Ceuta
de los Cherino, Cerezo, Malavert, Serrán, Almagro, Mena,
Luque, Lima, Juanma, Lolo, Borreguito y Kubalita lograron el
último ascenso a la división de plata del fútbol español.
Una formación que alineaba en el once inicial hasta ocho
jugadores de la cantera ceutí, que consiguieron alcanzar el
objetivo soñado al vencer en la penúltima jornada con gol de
falta directa de Pepe Almagro al Gerona.
Por tanto, quizás es el momento oportuno para plantearse
emprender un nuevo proyecto argumentado en la consecución de
objetivos menos ambiciosos aunque, no menos ilusionante. Un
proyecto de futuro fundamentado en la dinamización del
fútbol base local, ofreciendo la posibilidad real a nuestros
jóvenes valores de formarse durante la próxima temporada en
una categoría superior, recuperando para ello a la nutrida
representación de futbolistas afincados en otras tierras e
integrándolos en el primer equipo de la ciudad. En
definitiva, es el momento de racionalizar los recursos
disponibles con la única intención de renovar una modalidad
deportiva que necesita de la implicación de todos los
estamentos del deporte y en particular, de los relacionados
directamente con el fútbol en un proyecto común, dinamizando
el fútbol base ceutí.
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