sociedad - LUNES, 31 DE MAYO DE 2010

CEUTA
Cristina Marzán
ceuta@elpueblodeceuta.com

La Plaza de Armas España del acuartelamiento El Jaral fue el escenario donde ayer se llevaron a cabo los actos conmemorativos de la festividad de San Fernando, Patrón del Arma de Ingenieros. Los militares desfilaron a pie, recibieron numerosas condecoraciones y incluso homenajearon a sus familiares por el apoyo prestado a su labor diaria y a los que el presidente del evento, el General Segundo Jefe de la Comandancia General, Julio Herrero, hizo mención como “esas personas que están en la sombra”.

Familiares, amigos, autoridades civiles y altos cargos de las Fuerzas Armadas presenciaron ayer los actos que rindieron tributo a San Fernando, Patrón del Arma de Ingenieros y del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos del Ejército en la especialidad de Construcción.

El evento se desarrolló a plena luz del sol en la Plaza de Armas España del acuartelamiento El Jaral y donde el homenaje a los familiares tampoco pasó desapercibido en las palabras del presidente del evento, el General Segundo Jefe de la Comandancia General (COMGE), Julio Herrero, quien hizo referencia a ellos como las personas que “están a la sombra apoyándonos y alentándonos para afrontar el día a día”.

En la formación militar estuvieron presentes la Escuadra de Gastadores, la Banda de Guerra de Ingenieros, la música de COMGECEU, y el Batallón Mixto, todos ellos con uniforme de gala, correajes de cuero negro y sable. Además, en el mismo acto, se impusieron varias condecoraciones a los militares, entre ellas, la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, que recompensa y distingue a los Oficiales Generales, Oficiales y Suboficiales, por su constancia en el servicio y la intachable conducta. No faltaron momentos emotivos tanto en la formación como en el espacio reservado para el público durante la reproducción del himno de España o el himno de los Ingenieros, además del depósito de una corona de laurel en el monumento a los caídos.

Redobles del tambor, el Guión, los Banderines y los Portacoronas se situaron dando frente al monolito en el acto de homenaje a los que dieron su vida por España siguiendo los acordes de ‘La muerte no es el final’.
 

Rey, insigne capitán y santo canonizado por el Papa Clemente X

Fernando III es uno de los más relevantes reyes hispanos de toda la historia española. Reinó en Castilla desde 1217 hasta su muerte en 1252. Como consecuencia de su política se produjeron una serie de importantísimos acontecimientos que marcarían el devenir de España durante siglos. Combinando diplomacia y guerra, logra entrar victorioso en Baeza (1227), Córdoba (1236), Jaén (1246), Sevilla (1248) y otras ciudades del valle andaluz. Esposo, padre ejemplar y hombre de grandes virtudes humanas, destacó por su firmeza de carácter, lealtad a la palabra dada y su generosidad con el vencido. En las campañas daba ejemplo sufriendo las mismas privaciones y carencias que sus hombres. Después de cada batalla, su primera acción consistía en visitar y tender a los heridos. Bajo el reinado de Fernando II se propiciaron momentos de gran diversidad y riqueza arquitectónica, conviviendo cuatro estilos: el románico evolucionado de los monasterios cistercenses, el mudéjar en sus primeras manifestaciones, el arte andalusí almohade y e gótico clásico del que nos legó tres joyas, catedrales de Toledo, León y Burgos. Decidido protector de la cultura, es traducido del latín al castellano el Fuero Juzgo, y convivieron en armonía en sus tres reinos las tres comunidades principales de la época: la cristiana, la musulmana y hebrea. Fue canonizado por el Papa Clemente X el 4 de febrero de 1671. En definitiva, fue rey, insigne capitán y santo.