La iniciativa de siete puntos a la que el Pleno dio su visto
bueno por unanimidad el pasado jueves a propuesta del
consejero de Economía, Empleo y Turismo de la Ciudad,
Guillermo Martínez, lleva adjunta un detallado dictamen en
el que se condensan, estructuradas en cinco grandes áreas,
las medidas que Ceuta demanda para la “implementación” de
ese “reconocimiento de la singularidad ceutí” que se demanda
de las instituciones comunitarias.
FONDOS ESTRUCTURALES
La ciudad autónoma reclama que se reconozcan a Ceuta
“dotaciones adicionales” con cargo a los fondos
estructurales “como han sido reconocidos a Canarias mediante
reglamentos y decisiones específicamente destinadas al
archipiélago o a otras Regiones Ultraperiféricas (RUP)”.
Ceuta considera que precisa de más Fondos Europeos de
Desarrollo Regional (FEDER) “en razón a compensar el déficit
en los servicios” y más Fondos Sociales Europeos (FSE) “para
compensar la elevada tasa de desempleo estructural”.
Además, se reivindica “un reconocimiento expreso en los
Reglamentos de aplicación de los Fondos Europeos equivalente
al realizado para las Regiones Ultraperiféricas”, así como
“dotaciones suplementarias, un reconocimiento de mayores
límites máximos aplicables a las tasas de cofinanciación de
los proyectos subvencionados con Fondos Estructurales y una
mención singular en el Reglamento de aplicación del Fondo
Europeo de Desarrollo”.
Para terminar la Ciudad cree que sería justo “mantener en el
próximo Marco Comunitario [2014-2020], como mínimo, la
dotación extraordinaria de 25 millones de euros recogida en
el actual”.
AYUDAS ESTATALES
Ceuta sabe que, como norma general, la Unión Europea prohíbe
las ayudas de Estado porque “alteran la competencia y
distorsionan el funcionamiento del mercado interior”, aunque
al mismo tiempo mantiene “ciertas excepciones” a esta
política general que regula en las Directrices sobre las
Ayudas de Estado de finalidad Regional (DAR) que programa
para cada período presupuestario.
“Ceuta y Melilla están incluidas dentro de las regiones de
efecto estadístico y es susceptible que disminuya el nivel
de intensidad de las ayudas que percibe en el periodo
2010-2013 como consecuencia de la revisión que se realizará
este año”, estima la Asamblea, que considera que “conforme a
los criterios definidos por la Comisión Europea la ciudad
pertenece a dicho tipo de regiones sin ser menos cierto que
sus características singulares hacen que su situación sea
más asimilable a una Región Ultraperiférica que a una del
territorio peninsular”.
Por ello se pedirá al Gobierno de Zapatero “que traslade a
la Comisión los argumentos ceutíes relativos a la necesidad
de un reconocimiento preferencia en respuesta a su
singularidad para que sean considerados en la revisión de
las Directrices para el periodo 2014-2020”.
La Ciudad opina que las restricciones para que pueda
desarrollarse normalmente un mercado interior en Ceuta hacen
“claramente insuficiente” el actual régimen de ayudas
estatales, permitiendo que, como en el caso de las Regiones
Ultraperiféricas, “nunca vea reducido el nivel de intensidad
de las ayudas”, tal y como le sucede a Canarias “con
independencia de que su PIB sea superior al 75%”.
Ceuta también pide que se autorice que no disminuyan
graduamente ni sean limitadas las ayudas al transporte y las
bonificaciones a las cuotas empresariales a la Seguridad
Social, conocidas como ‘ayudas de funcionamiento’, y que se
permita recibir subvenciones “destinadas a compensar los
costes de transporte adicionales”.
políticas de transportes
Ceuta aspira a que los proyectos de infraestructuras
portuarias ceutíes se incorporen a los proyectos
prioritarios europeos, más concretamente en el marco de las
Redes Transeuropeas de Transportes.
Las directrices de la Decisión 1692/1996 del Parlamento y el
Consejo Europeo señalan como prioridades “el desarrollo de
infraestructuras que promuevan la interconexión de redes
nacionales al objeto de facilitar la conexión entre islas o
áreas similares a islas, regiones periféricas y las regiones
centrales de la Comunidad, en particular con el fin de
reducir sus altos costes”.
Dicha Decisión dispone unos ‘Proyectos prioritarios’ de
interés común que deben “contribuir a la cohesión
territorial de la Unión” entre los que se cuentan “aquellos
que se caractericen por desarrollar la infraestructura
necesaria para el desarrollo del transporte marítimo de
corta distancia y proyectos encaminados a mejorar la
infraestructura portuaria, en particular en los puertos
insulares y en las regiones periféricas y ultraperiféricas.
Tal perfil encaja como anillo al dedo, según la Ciudad, en
el del puerto de Ceuta. Por ello se demanda que Ceuta sea
incluida en las ‘Autopistas del Mar’ de las Redes
Transeuropeas de Transportes “para la relación de la Unión
Europea con el continente africano.
políticas de vecindad
Si África se ha convertido “en uno de los principales
objetivos diplomáticos, políticos económicos” de la Unión
Europea ni Ceuta ni Melilla pueden permanecer al margen de
esta tendencia. La Asamblea ceutí ha decidido que ambas
ciudades “deberían participar activamente en la articulación
de la política fronteriza y de seguridad mediante el diseño,
desarrollo y ejecución de proyectos conjuntos en el ámbito
de los transportes, la energía, la economía y la cultura”.
A juicio de la Cámara autonómica “dada la singularidad de
las dos ciudades autónomas, únicas ‘frontera-puerta’ con
África y únicos territorios de la UE en dicho continente, la
Unión debería reconocerles unas dotaciones específicas en
los intrumentos de financiación de cooperación
transfronteriza y vecindad”.
Ceuta reivindica ese carácter protagonista “en la ejecución
de las nuevas estrategias implantadas por la Unión, tanto en
relación con los países mediterráneos como con la totalidad
del continente”.
ESTÍMULOS ECONÓMICOS
Mientras la Ciudad, que aboga porque así sea, y los agentes
socio-económicos implicados deciden si se pide o no que
Ceuta entre en la Unión Aduanera la Asamblea local cree que
hay otros “estímulos al desarrollo económico local” que se
pueden activar.
En concreto se pedirá al Estado español que inste a las
instituciones comunitarias a “producir un Reglamento que
tenga como objetivo la mejora de las condiciones de los
productos cuyo origen sea Ceuta, una adecuada clasificación
y un trato preferente en relación a cualquier otro de origen
extracomunitario”.
También se solicita “incorporar a la ciudad autónoma
programas específicos de aplicación de las Nuevas
Tecnologías y el desarrollo I+D+i (investigación, desarrollo
e innovación)” promocionados desde las instituciones
europeas.
Por último todos los grupos de la Asamblea han respaldado
solicitar que la ciudad autónoma se incorpore al desarrollo
de las políticas migratorias de la Unión, “en particular
poniendo en valor su especial situación geográfica e
impulsando el establecimiento en Ceuta de algún organismo
comunitario encargado de la supervisión, estudio o análisis
de estas políticas”.
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“Hay que sentar las bases del papel de Ceuta en la UE del
futuro”
La iniciativa de Guillermo
Martínez que recibió el apoyo unánime de la Asamblea en la
última Sesión Plenaria aspira a responder a la necesidad de
“sentar las bases de la definición del papel de Ceuta en la
Unión Europea del futuro”. ”Hasta ahora la UE ha demostrado
ser capaz de respetar y acoger adecuadamente las diferentes
realidades de sus regiones. Ceuta y su encaje ha sido un
ejemplo de ello”, reconoce el tenor literal de la propuesta,
que considera que “cuando han pasado casi 25 años de su
integración en la UE, parece razonable plantearnos cuál es
la mejor forma de afrontar el futuro”. Y ese camino, a
juicio de la Ciudad Autónoma, pasa por “revisar la situación
actual de Ceuta y su estatus jurídico con el fin de
considerar si alguna de las posibilidades que la actual
regulación comunitaria establece pudiera permitir a esta
ciudad abordar de una manera más justa, más adecuada y más
eficiente su situación futura”. “Sólo con un planteamiento
integral que revise la participación de la ciudad en las
políticas comunitarias y nacionales a medio y largo plazo”,
defiende el Ejecutivo que preside Juan Vivas con el respaldo
de la oposición, “se podrá diseñar y garantizar la
participación activa de Ceuta en el logro de los retos
colectivos de la Unión Europea, de la que se considera parte
integrante y embajadora en el Norte de África”. Para
culminar dicha aspiración se aboga porque las instituciones
comunitarias asuman que las particularidades ceutíes “ponen
de manifiesto “la necesidad de establecer un reconocimiento
específico de esas singularidades” que dejen la asignación
de fondos europeos “al margen de los criterios estándar de
convergencia”; que permitan al Estado español conceder un
nivel superior de ayudas a las empresas locales; que
concedan a la ciudad un papel relevante “en las políticas de
vecindad con Marruecos” o que se “flexibilice y mejore” la
normativa que regula los intercambios mercantiles entre la
ciudad y la UE.
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