Poco tiempo le ha faltado al secretario de economía del PSOE
ceutí, para avisar a Vivas de que el Decreto-ley de ZP le
impide pedir préstamos como a cualquier ayuntamiento. El Sr.
Mas, al que habría que denominar políticamente “Sr. Menos”,
es además asesor en materia económica del Delegado del
Gobierno, junto con Carracao y el bueno de Sergio Moreno,
pero este último al menos se calla antes de decir bobadas,
cosa de agradecer en estos tiempos de disparate tras
disparate.
A Mas, se le notan mucho las ganas que le tiene a Vivas y al
Gobierno del PP y, en el fondo, aunque ahora ya también en
la forma, ha debido sentir una gran euforia, de esas de
frotarse las manos, al pensar en que a Vivas le cortaban el
grifo de una vez por todas, a ver si así dejaba ya de hacer
más cosas y perdía las elecciones. Y es que Vivas es un
político inquieto bajo su apariencia de calma. Siempre está
urdiendo alguna actuación más, alguna nueva inversión,
alguna mejora en barriadas o creando algún nuevo servicio. Y
¡naturalmente!, el Sr. Mas, es de los que piensan que esto
no lo hace para mejorar la ciudad o la calidad de vida de
los ceutíes, sino para fastidiar al PSOE y volver a ganar
las elecciones. ¡Qué tío más pelma!, deben pensar José María
Mas y su jefe Carracao, porque un tío así no les va a dejar
sacar cabeza en la vida.
Si por ellos fuera, el Gobierno de ZP hubiese rebajado
considerablemente la ayuda al Gobierno Vivas, pero se han
encontrado con un jefe, el Delegado Chacón, que ha tomado
otro rumbo y al que no tienen más remedio que aguantar, pues
al fin y al cabo él es quien les paga el sueldo, aunque en
el fondo no le soportan por su clara sintonía con el Sr.
Presidente de Ceuta. Pero el Delegado, viejo político tiene
razón y sabe lo que hace.
Respecto de lo que el Decreto-Ley restablece en relación con
las entidades locales, la posición manifestada por Márquez
parece sensata y prudente y aunque detrás de ella se nota la
mano y la sombra de Vivas, que a buen seguro se la ha
soplado, no deja de poner de manifiesto la solvencia de este
joven político que poco a poco se va ganando el respeto de
propios y extraños. Ahora y al rebufo de la cuestión,
vuelven los de siempre a echar la culpa de todo a la falta
de una auténtica identidad autonómica de la Ciudad de Ceuta,
como si eso resolviera la crisis económica en la que España
está inmersa y de la que Ceuta no se podía librar. La
apelación que ha hecho el Consejero Márquez al artículo 37
de la Ley Orgánica 1/95 de 13 de Marzo de Estatuto de
Autonomía de Ceuta, es clave para posicionar en su sitio a
Ceuta y sus intereses. Eso es ser autonomista y no la
temerosa pulsación de un Alí que apela al miedo al Gobierno
de ZP. Distinta cuestión es apelar a cualquier gobierno a
que sea prudente en materia de endeudamiento, pero en este
caso lo que se les nota son las ganas de maniatar a quien
ellos piensan que convierte los euros en votos.
La leal oposición siempre acusa al Gobierno de Vivas de
endeudar hasta la saciedad a la institución, pero quien ha
tenido que rectificar no ha sido Vivas, sino el jefazo de
Mas, de Carracao y del propio Alí, quien pidió el voto para
ZP en las elecciones generales y, al fin y al cabo, fue por
una simple dirección provincial por la que dejó a Carracao
plantado en el altar para unirse a su peor enemigo. A ese
jefazo, ZP, sí que le han tenido que maniatar desde todos
los flancos (hasta Obama ha intervenido en la operación),
porque el hombre llevaba camino de meter a España, al euro y
a la Unión Europea en un callejón sin salida. La pena es
que, como siempre, con los “progres” en el Gobierno, los
únicos que no pagan son los ricos.
País…, que diría Forges.
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