Todos los españoles tenemos el
deber y la obligación de aportar nuestras ideas, en el
supuesto que tengamos algunas, para tratar de salir de la
crisis y sacar España del agujero en el que el despilfarro
de algunos la ha metido. España, para los españoles, deber
se lo único y más importante.
Lo que no debe ser, aunque pueda parecer reiterativo, es que
ese despilfarro, lo tengamos que pagar siempre los mismos,
los que menos tienen la clase media que es, en definitiva,
la que mantiene un país. Pues si se acaba con la clase media
el país, sea cual fuere, se va a la ruina.
Puesto a que todos colaboremos, empecemos por quitar algunas
que otras subvenciones que nada nos aportan sólo el gasto de
mantenerlas.
Para dar ejemplo de que todos queremos y debemos colaborar,
empecemos por dejar de subvencionar a los partidos
políticos. El que quiera ayudar a cualquiera de los partidos
políticos que lo haga de su bolsillo. O sea, como aquel que
quiere ser socio del Madrid o del Barcelona.
Nada de extrañar esta medida adoptada por otros países, caso
de los EE. UU, donde las cenas sirven para dar millonarias
aportaciones a sus partidos favoritos.
De igual manera, quitar otras subvenciones de todo aquello
que se hace. Pues a igual que con los partidos políticos, el
que quiera pertenecer a algo que se rasque el bolsillo.
Es muy bonito recibir una paga, que sale del bolsillo de
todos los españoles, cuando hay muchísimos españoles que no
quieren pertenecer a esas sociedades o como se les quiera
llamar.
Por cierto hablando de sociedades. Qué me cuenta de todas
esas sociedades existentes a la sombra de los Ayuntamientos
o CC. AA, que no son más que agencias de colocaciones de los
partidos, para por el señalamiento del “dedatil” meter en
ellas a los primos, sobrinos y demás parientes y afectos al
partido y que, en realidad, supone una enorme sangría al
erario público.
Bueno las subvenciones al cine no tienen razón de ser. El
que quiera hacer una película que se busque un productor y
que este ponga la “tela”. Es muy bonito que con el dinero de
todos los españoles se hagan películas, la mayoría de ellas
auténticas ”birrias”, siempre los mismos temas, que hace que
el público acuda menos, cada año, a ver una película
española.
Y lo bueno del caso es que si la película, por una de esas
casualidades de la vida, da unos beneficios, ganan dos
veces, la subvención dada y esos beneficios, cuando lo que
deberían hacer es devolver esa subvención, ya que han tenido
beneficios, con unos intereses, pues están jugando con el
dinero de todos los españoles.
Y lo más curioso del caso es que, precisamente, las
películas que tienen beneficios, son aquellas que realizan
directores y productores que no tienen subvención alguna.
Consiguiendo triunfos fuera de España y que las ha llevado a
conseguir algún que otro Oscar.
Se puede evitar este despilfarro por parte de algunos,
evitando la apertura de embajadas, pues España es la única
que debe tener embajadas, gastar una pasta gansa en llevar
preservativos o para proteger un idioma que hablan cuatro,
la mona Chita y Tarzán.
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