Por Álvaro, Marina,
Andrea, José, Arturo, Nando, Pepe, Javi; Evelio y Carmen |
Llegamos hace dos años, nuevos, sin conocernos y casi sin
conocerle a Él.
Algunos íbamos obligados, sin ir a misa y sin rezar, con
nuestras tonterías de niños chicos, nuestros enfados,pero
sabiendo que al final tendríamos una gran fiesta, al
principio parecía que eso era lo único que nos importaba.
Crecimos contigo, nos hablaste de Él y nos enseñaste que
aunque a veces Él puede ser duro, y tengamos que llevar una
cruz, a veces grande, debemos seguir adelante, que siempre,
al final del camino, tendremos nuestra recompensa. Nos
ayudastes en nuestros momentos buenos y malos y con nuestros
problemas, nos enseñaste a no tirarnos de los pelos o
pelearnos por cualquier tontería y a ayudar a los demás; nos
acompañaste en nuestro camino hacia Dios.
En estos dos años hemos encontrado una amistad contigo, con
nuestros compañeros y con Él. Este viernes haremos la
confirmación, ya no nos importa la fiesta, después de dios
años esperando ha llegado, el gran día, el día más esperado
por todos nosotros, reconoceremos que somos cristianos ante
Dios y ante todo el mundo. Le abriremos nuestro corazón al
Espíritu Santo y recibiremos sus dones, esos dones sobre los
que tantas dudas teníamos; dudas de si estaremos preparados,
dudas de cómo los debemos usar, dudas de si todos tendremos
uno... Tú nos las resolviste todas, y esos niños con los que
empezaste el camino a Dios, ya han madurado, ya han crecido,
ahora, ese camino debemos hacerlo solos, pero sabiendo que
tú y Él siempre estaréis aquí, en nuestro corazón.
Terminar diciendo que la confirmación no es el final de una
etapa, sino el principio de otra nueva; y que puedes estar
tranquila y orgullosa, sabiendo que nos comprometemos con
Dios y con la Iglesia a defender la Fé mediante la palabra
como verdaderos testigos de Cristo.
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