Los políticos tienen la enrome
habilidad de no acordarse de lo que han dicho en algunas
ocasiones. Y por eso, por ese olvido, cometen errores
diciendo lo contrario de lo que habían dicho en determinados
momentos, criticando a los contarios por su manera de actuar
ante situaciones comprometidas o de crisis como la que
estamos padeciendo.
Tengo el pleno convencimiento de qué si echasen una mirada a
algunas que otras fechas, recordando lo que por aquel tiempo
dijeron, meterían mucho menos la pata, diciendo todo lo
contrario que dijeron en ese momento. O sea, para
enterarnos, que donde dijeron dicen ahora dicen Diego. ¡¡Ay
esas memorias, que tantas veces nos traiciona!!.
Recomendación de gran efecto, comer rabillos de pasa, que
diría la sabia de mí abuela.
Cuando Zapatero tuvo que tomar las decisiones que ha tomado
y que además son necesarias, las cosas claras,, el Partido
Popular se negó a prestarle su apoyo, ante ello algunos
dirigentes socialistas manifestaron que los populares, por
no prestar su colaboración eran “antipatriotas”.
Ahora, poco tiempo después el ministro, Blanco, no
acordándose de aquella frase lanza, en estos momentos, un
mensaje al Partido Popular, diciéndoles que deben prestar su
apoyo, al menos, por “patriotismo”. ¿En qué quedamos son
“patriotas” o “antipatriotas”?.
Esa falta de memoria en los políticos, sean del partido que
sean, es la que les hacen meter la patita en determinadas
ocasiones. Vuelvo a recomendar, por ser de una gran
eficacia, tomarse unos pocos de rabillos de pasa
diariamente, preferentemente ante del desayuno, con lo cual
además de recordar tolo lo que han dicho, le damos un
antídoto a los sapos que tienen que tragarse cada día.
Qué todos tenemos que apretarnos el cinturón es cosa sabida.
A igual que cada uno de nosotros debe aportar su
colaboración para salir de esta crisis que padecemos. Lo que
no se puede hacer, es decir hoy una cosa y mañana todo lo
contario. Eso, indiscutiblemente crea una enorme
desconfianza entre el personal, que no sabe a qué carta se
tiene que quedar.
Además de las medidas tomadas de rebajarle el sueldo y
congelárselo a los funcionarios y congelarles las pensiones
a los jubilados habrá necesariamente, que tomar otras
medidas para que no seamos siempre los mismos los que
tengamos que pagar el despilfarro realizados por otros.
Lleva razón el presidente del Gobierno cuando dice que aún
no es el momento de subirles los impuestos a los ricos, para
que paguen más los que más tienen. Porque lo único que puede
conseguir con esa subida es la huida del capital a lugares
más tranquilos y donde no peligren sus dineros. Y esa forma
de ser del capital, nada ni nadie lo va cambiar
El dinero es así, a la menor señal de peligro huye sin
importarle, lo que pueda pasar en esa huida, al país del que
salen pitando. El dinero no tiene ni idea, ni colores ni,
por supuesto sentimientos. El dinero es, simple y
llanamente, dinero. Y no sean ridículos al solicitarles un
poco de conciencia. Carecen totalmente de ella. Es sólo
papel y moneda.
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