De auténtico record en cuanto a
participación, muy por encima de los mil, no creo que
llegara a los mil quinientos que se habían inscrito, pero
sería una cifra muy cercana a esa.
Y la organización perfecta, nada que objetar, estaríamos en
el límite de la perfección para una prueba deportiva, por
parte de quienes intervinieron en esa organización.
Esto quiere decir que lo deportivo, porque se trataba de una
prueba deportiva, y lo organizativo estuvo a la máxima
altura. Eso debe quedar muy claro, desde ahora.
Sin embargo, en una prueba tan tumultuosa como esta, hubo
quien se olvidó, o no cayó en la cuenta de que el final,
meta incluida, coincidía con la puerta de un lugar público,
un hotel, Parador Hotel La Muralla, de Ceuta, que desde hace
tiempo viene recogiendo, de rebote, todas las incomodidades
de lo que se organiza en esta zona.
En esta ocasión no iba a ser menos y los que vivimos ahí, yo
mismo, me encontré, en torno a las 11 y 10 de la mañana, con
que para salir del garaje tenía que esperar. La multitud de
las personas, los carteles publicitarios, la meta y luego
las entregas de trofeos o condecoraciones no nos ponían nada
cómodo para entrar o salir de nuestra propia casa.
Yo sé que vivir en una zona céntrica, aquí o en mi pueblo,
también acarrea sus incomodidades, pero desde hace algún
tiempo parece que no hay ningún tipo de actividad que vaya
en beneficio de una entidad hotelera que le ha dado y le
sigue dando prestigio a Ceuta. Y no sé si esas incomodidades
se tolerarían, por parte de quien sea su responsable, a
ciertas empresas paralelas, pongamos por caso.
En muchas ocasiones, ya lo he dicho y lo tendré que repetir
más veces, porque es así, Ceuta ser jacta de buscar un
futuro turístico, como elemento diferenciador de la ciudad.
Y mal vamos con actuaciones como las que se vienen dando
hacia el Parador de Turismo, Hotel La Muralla, al que se le
quita, caprichosamente, el paso de cebra, que siempre hubo,
frente a su puerta principal, al que se desdobla, sin ton ni
son, la calle, en el sentido más absurdo que podemos
encontrar, con lo que los taxis, desde el centro de Ceuta no
pueden llegar a la misma puerta del hotel y al que se
“castiga” con los altavoces de ciertas competiciones,
molestando a sus clientes, a veces desde horas
intempestivas, o cerrándoles la salida del garaje para los
clientes que tienen que entrar o salir.
¿Esto es mirar por una atracción turística?.Mal me lo ponéis
y muy especialmente cuando esa serie de hechos nada
correctos se están dando al grupo insigne del turismo de
España. En este caso.
He dicho mil veces que las palabras no cuesta trabajo
pronunciarlas, pero cumplir el sentido de las mismas es otro
cantar, o lo que es lo mismo, y recurriendo al refranero
castellano:” No es lo mismo predicar que dar trigo”.
Afortunadamente, pruebas de este tipo no se dan todos los
días, en este caso se ha dado la circunstancia de que hay
cierta vecindad entre el Hotel La Muralla y el principal
organizador de esta prueba, pero si los encargados de
controlar la circulación se hubieran dado cuenta de donde se
estaba, tal vez, lo hubieran organizado de otra forma y así
los clientes que no conocen, como conozco yo, los recorridos
de Ceuta, hubieran tenido menos problemas de los que
tuvieron, cuando trataban de ir hacia el barco, o cuando
llegaban al hotel, de fuera. Esta ha sido una más de las
varias que tenemos anotadas.
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