El Cádiz dio un paso importante hacia la salvación con un
triunfo ‘in extremis’ logrado ante el Real Murcia, un
conjunto que apostó por defender pasar sacar un empate y que
recibió un gol en los minutos de prolongación, lo que le
mantiene en puestos de descenso.
El partido comenzó con un claro dominio local. El equipo
cadista tocaba con velocidad y tenía claridad para llegar al
área del Murcia con verticalidad. Al Cádiz se le veía muy
enchufado y con lucidez para desmontar la defensa rival.
Así, en el minuto 21 Ogbeche disfrutó de la mejor ocasión
del primer tiempo. Se marchó por velocidad de su par y lanzó
desde dentro del área, pero Alberto estuvo acertado para
despejar el balón.
El Murcia no era capaz de contener a los amarillos en la
primera media hora, pero los jugadores del uruguayo Víctor
Espárrago tampoco creaban ocasiones claras y con el paso de
los minutos las fuerzas se fueron igualando.
El segundo tiempo ofrecía una imagen bien distinta. El Cádiz
ya no elaboraba tanto, apostaba por un juego más directo y
práctico y el Murcia tenía más confianza para llegar a las
inmediaciones del área cadista.
La mejor ocasión la tenía López Silva en el minuto 60 en una
acción en la que se plantó solo delante de Alberto. Su
disparo no encontró portería cuando en las gradas ya se
cantaba el primer tanto del partido.
El choque se fue calentando porque el Murcia parecía muy a
gusto con el empate y las acciones bruscas se fueron
produciendo por parte de los dos equipos.
A los visitantes les interesaba aparentemente perder tiempo
y eso provocaba nervios sobre el campo, lo que hizo que
fueran muchas las amonestaciones en el segundo periodo.
Los granas acaban con diez
El Murcia se quedaban con un jugador menos en el tramo
final, por la expulsión de Albiol, y el Cádiz intensificaba
sus intentos por marcar, pero no era capaz de superar la
nutrida defensa pimentonera. Espárrago hacía cambios para
tener más jugadores en el ataque, pero las ideas se fueron
perdiendo y el juego era muy previsible.
Los últimos minutos mostraron un partido muy abierto. El
Cádiz arriesgaba y cada pérdida de balón suponía una opción
de contragolpe para el Murcia. Aquino tuvo una buena ocasión
con el tiempo casi cumplido, pero su disparo se marchó
desviado.
El premio a la constancia cadista llegó en el tiempo de
prolongación con el tanto del capitán Fleurquin de cabeza a
la salida de un córner. El balón entró por toda la escuadra
y desató la euforia en el Carranza.
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