Ningún inmigrante ha conseguido cruzar la tercera valla
fronteriza de Melilla, denominada sirga tridimensional,
desde que se instaló con motivo de las avalanchas de
subsaharianos que se produjeron en 2005. Así lo ha asegurado
a los periodistas el delegado del Gobierno, Gregorio
Escobar, quien ha señalado que se han registrado entradas,
pero que ninguna ha sido por este obstáculo, ya que el flujo
migratorio se ha reconducido al trabajo de las mafias. De
hecho, los últimos intentos de entrada en grupo que se
consumaron, que fueron en 2008, se produjeron bien cruzando
a la carrera el puesto fronterizo de Beni Enzar o bien
aprovechando las compuertas de los arroyos.
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