Es lo que interesa, tanto a los
que gobiernan, como a los que gobernarán más tarde, y de lo
único que se preocupan es de sacar adelante sus proyectos,
frente a los del adversario, aunque los del uno y los del
otro no interesen y favorezcan, de verdad, a los ciudadanos.
Y todo esto viene a colación, porque no hay más que echar un
vistazo a las proposiciones de unos y a las alternativas de
otros para sacar en conclusión que, o son unos “jetas”,
todos por igual, o son unos indocumentados, que no saben por
donde andan.
Lo de algunos ministros del actual Gobierno es de aurora
boreal, especialmente cuando oímos al ministro Pepiño Blanco
decir:” El Gobierno ha tardado en tomar medidas porque no le
gustaban”, y se queda “tan pancho”, con lo que hay que
responderle, “como a mí no me gustan esas medidas que ha
tomado el Gobierno, no las voy a seguir”.
Siempre hemos sido de la opinión que el hecho de que uno
“haya pegado” muchos carteles en su día, o haya sido muy
obediente, no debiera ser el punto de partida para llegar a
ostentar un alto cargo y Pepiño Blanco no sé si habrá pegado
muchos y bien, de los carteles que se le encargara, pero el
haber llegado a ser ministro y de un Ministerio en el que
maneja tanto dinero, debe haber sido obra de un milagro de
Santiago y del empuje de todos los peregrinos a la Capital
Gallega, porque otros méritos científicos no se le conocen,
o no los ha puesto de manifiesto nunca.
Y que remate la faena con que rebajar el sueldo de
funcionarios ha sido por responsabilidad, es el síntoma
inequívoco de que de la organización de su departamento
sabrá algo o no sabrá nada, pero que del término
responsabilidad, si acaso oyó hablar alguna vez en el NODO.
Frente a esto y para que queden las palabras, aunque sean
huecas, sale en la parte contraria, en el PP y nos obsequia
con esto María Dolores de Cospedal:” Es inaudito que este
partido no conozca aún el decreto de medidas para afrontar
la crisis”.
Lo de inaudito me parece mera palabrería, y lo de no
conocer, todavía, por donde va a ir ese decreto me parece
dejación de funciones en el partido que, desde la oposición,
tiene que estar al día de todo lo que “se cuece” en casa del
adversario, sea por la vía que sea.
Y con actitudes así lo que me extraña es que, a estas
alturas, vayan por delante del PSOE, en el momento más
trágico de la historia económica de nuestro país.
Un partido serio, bien organizado y con intención de ganar
las elecciones, mejor mañana que pasado, no tendría que dar
tregua al Gobierno que está en un callejón sin salida, pero
con la forma de actuar, desde arriba, lo que van a lograr es
que, si se rehace ligeramente el PSOE, cosa difícil porque
en el PSOE brilla la ignorancia en dar soluciones claras y
precisas, pero digo que aun, a pesar de esto, no me
extrañaría que volvieran a perder las próximas elecciones,
especialmente porque unos enteradillos a lo único que se
dedican con los otros es a ir en busca del “y tú más”, en
vez de apuntar soluciones, ahora que hacen falta.
Y para que nada falte, el ministro de Trabajo, Celestino
Corbacho dice que si el Gobierno hace caso al PP se
duplicaría el déficit. Difícil es eso, porque Celestino y su
grupo van a dejar el terreno cono un sembrado, pero sin
fruto. Esta es política de partido.
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