Como viene siendo nuestra
costumbre, en estos tiempos de presentación de la
liquidación a la Hacienda Publica del Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas (IRPF), nos permitimos de
nuevo hacer un llamamiento para que, como dice la
Conferencia Episcopal Española en su campaña al efecto,
señalen los contribuyentes con una X el lugar donde se
indica la parte de esta asignación tributaria que
corresponda a la Iglesia Católica. Y reiteramos nuestro
deseo de hacer este llamamiento en base a unos hechos
concretos que, como cristianos, defendemos y, como
ciudadanos, agradecemos por cuanto de valor en servicio a la
comunidad tienen las acciones que vienen desarrollando los
centros religiosos cristianos de nuestra nación.
Y no viene demás recordar, por solo poner un ejemplo de los
hechos mas recientes, la ingente obra humanitaria del Padre
Vicente Ferrer, “Apóstol de las Indias, llevadas a cabo en
Anantapur (“Ciudad del Infinito”, en la lengua local de esta
población de la India), donde hoy la fundación del
cooperante español ya fallecido cuenta con 1.800
trabajadores y cerca de 5.000 voluntarios, siendo dos
millones quinientas mil personas de los cuatro que pueblan
el distrito, las que se benefician de la Fundación “Phater
Ferrer” en 2.000 pueblos, donde se han construido 30.000
viviendas, tres hospitales, un centro de lucha contra el
sida y 14 clínicas rurales. Casi 170.000 niños estudian en
mas de 1.600 escuelas; 15.000 niños discapacitados tienen un
futuro gracias a los miles de pozos y a los cerca de 2.300
embalses que garantizan dos y hasta tres cosechas al año
(cuando llegó allí Vicente Ferrer no había agua ni para los
bautizos).
Y así seguiríamos contando acciones de Vicente Ferrer (casi
tres millones de árboles frutales colorean el paisaje de
Anantapur. El Hospital de Batahalaplli atiende cada día de
500 a 800 pacientes. En la escuela secundaria para niños
videntes e invidentes de Pangal se atiende a cerca de 200
niños, 48 de ellos ciegos y 75 con visión parcial…) que nos
sirven de ejemplo para mostrar la ingente labor que, a
través de la Iglesia Católica, se lleva a cabo en favor de
los mas menesterosos.
Pero lo que hoy nos ocupa es la asignación tributaria que
corresponde a la Iglesia Católica a través de la declaración
de IRPF y, con ello, queremos también dejar constancia de la
que, con estos recursos, se lleva a cabo por la Iglesia para
atender a los necesitados a través de la enseñanza en sus
acreditados centros escolares, de asistencia en hospitales y
sanatorios de enfermedades infecto-contagiosas regidos por
las Hermanas de la Caridad, centros de acogida de enfermos
terminales y psiquiátricos (Hermanos de la Cruz Blanca),
atenciones quirúrgicas y tratamientos de deformaciones
congénitas o malformaciones traumáticas (Hermanos de San
Juan de Dios), comedores y casas de acogida para inmigrantes
desvalidos residentes (incrementado considerablemente en
estos tiempos de crisis y paro obrero), drogodependientes y
ex-carcelarios que acuden a estos centros gestionados por la
Iglesia donde son atendidos de las mas perentorias
necesidades sanitarias, de vestido y alimenticias, sin
distinción de razas, color, religión, ni inclinación
política y sin que sea preciso quitarse la corbata para
ello, aparte de la asistencia religiosa a mas de mil
millones de seguidores de la doctrina social de Jesucristo
repartidos por el mundo. Todo ello con presupuesto de unos
30 mil millones de pesetas (según datos de la Conferencia
Episcopal), en los que están incluidos, claro está, lo que
se recauda a través del Impuesto de la Renta a través del
Ministerio de Hacienda, por lo que debemos sentirnos
solidarios con los beneficiarios de estas atenciones
rellenando la casilla correspondiente, para que puedan
cubrirse, por medio de aquellos que tan humanitariamente
dedican su tiempo y fuerzas, principalmente sacerdotes,
monjas y seglares sin otro interés que el servicio a Dios,
las acciones encomendadas y que se cubren, en gran medida,
con las aportaciones que llevemos a cabo a través de la
citada Asignación Tributaria del I.R.P.F. a la Iglesia
Católica.
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