Escribo esta carta al periódico El pueblo de Ceuta, no
solamente desde el afecto y cariño que profeso a la familia
Muñoz. Si no también al reconocimiento de la persona humana,
entrañable y gran profesional que fue el general Agustín
Muñoz. Con los hermanos mayores de tan extensa familia
conviví los mas felices años de mi vida. Con Carolina (Caroli)
Agustín (Torto para los amigos) y Sonsoles integrábamos una
pandilla juvenil, sana, alegre, bailarina, donde la amistad
era un vinculo que prevalecía sobre todas las cosas. De ahí
mi cariño y afecto que ni los años, ni la distancia han
oxidado. Pero mi mayor satisfacción como español y “caballa”
ha sido comprobar como al fin se restituía una injusticia
aletargada durante años con el reconocimiento de su ciudad a
la figura de un insigne ceuti como fue el general Agustín
Muñoz. Ahora sí Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta,
cada cosa esta en su sitio. No hace mucho mi madre,
recientemente fallecida, me contaba como era de joven
Agustín, en aquellos años en que Ceuta era un pueblo pequeño
donde se conocía todo el mundo y la calle real el lugar de
paseos arriba y abajo.
Agustín me decía, era un gran amigo de sus amigos, alegre y
jovial, le gustaba ir siempre repeinado y bien vestido
porque era un poco presumido. Fue siempre una gran persona
que ayudo a mucha gente necesitada después de la guerra.
Jamás pensé que unos bárbaros irracionales acabasen con su
vida.
Olimpia López, lo conocía bien.
Por eso hay que felicitarse de que una calle de su pueblo,
Ceuta, lleve desde ya, su nombre.
Ya eres, general, historia viva de tu ciudad. Ocupas el
lugar que mereciste desde el mismo dia en que caíste
asesinado por unos descerebrados.
Un ceuti que dio su vida por España.
Discúlpame Carola si esta carta no recoge todo lo importante
que fue tu marido Agustín. Compréndelo porque esta escrita
desde el afecto, con el corazón.
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