Desde JSCE hemos seguido perplejos la evolución que ha
seguido el Pacto Educativo. Una idea lógica, sensata y
necesaria para dotar a España de un sistema educativo
propio, sin deformidades políticas y con unos objetivos
claros sin variaciones sea cual sea la opción política que
gobierne.
Pero una vez elaborado el documento del Pacto Educativo y
visto su fracaso hay que lanzar algunas reflexiones. El
Gobierno ha hablado con todos, con aquellos interlocutores
que tienen algo que decir sobre la educación en España. Ha
asumido aportaciones de todos ellos y ha mantenido reuniones
públicas y privadas.
El PP ha sido quien presentó a la prensa antes que al
Ministerio sus aportaciones al Pacto, curioso detalle de
parte de quien acusa al Gobierno de aprovecharse del Pacto
Educativo con fines electoralistas. Pero dejando atrás este
aspecto indigno de un partido al que se le supone seriedad,
ahora vienen diciendo que no ha habido voluntad de pactar.
Por desmenuzar algunas de las reclamaciones que ha querido
imponer el PP, e informar sobre las que Nuevas Generaciones
intenta confundir, podemos empezar con la de garantizar la
enseñanza del castellano en todo el territorio nacional.
La propuesta elaborada en el Pacto Educativo cita la
protección del castellano y de las lenguas cooficiales en
varios puntos. En el preámbulo afirma expresamente que los
poderes públicos “pongan los medios necesarios para que
todos los alumnos y alumnas comprendan y se expresen con
corrección tanto en castellano como, si la hubiere, en la
lengua cooficial de su comunidad autónoma”
El despropósito del PP llega a su máximo esplendor diciendo
que la propuesta no garantiza la libertad de los padres a
elegir la educación que quieren para sus hijos. Despropósito
porque el documento dice textualmente en la propuesta 81:
“Favorecer la libertad de elección de las familias”.
Para terminar con algunas de las medidas propuestas por el
PP, está la de garantizar un plan de enseñanzas común para
toda España. En la Ley Orgánica de Educación se establece un
mínimo común para todas las asignaturas en toda España del
65% de los contenidos en las CCAA sin lengua cooficial y del
55% en las que lo tengan. Con lo cual esta media está
totalmente desfasada.
Estas son algunas de las medidas por las que el PP y su
altavoz Nuevas Generaciones alegan no haber llegado a un
pacto educativo tan necesario en nuestro país, pero no
hablan de la voluntad del Gobierno socialista y de los
agentes educativos por refinanciar los centros privados y
concertados o el esfuerzo en el sistema de becas, prueba de
ello es la apuesta decidida de este Gobierno por las becas,
que supondrán en el curso 2010-2011 una inversión total de
1.203 millones de euros y un aumento de un 3,5%. En un
momento de dificultades financieras como éste, más que de un
porcentaje, estamos hablando de un claro compromiso.
En resumen, hay que recalcar que el Pacto de Estado por la
Educación lo han impedido motivos que nada tienen que ver
con la educación, pero el mismo, aunque era la vía más
rápida para mejorar, no era un fin en sí mismo, y por eso el
Ministerio de Educación sigue trabajando con el pensamiento
puesto en los ciudadanos y en sus demandas para mejorar la
educación en nuestro país.
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