Al menos para los fieles
seguidores del Ceuta, que este año pasarán la mayor parte de
mayo sin el interés que acarrea la ilusión, por ver si,
definitivamente, su Ceuta del “alma” deja de recibir aquí al
Betis B, al Lucena, y no digamos al Sangonera o al Estepona.
Como hemos comentado ya, hasta la saciedad, fue otro año en
blanco y así nos lo tomamos, aunque con ardores de estómago.
Recuerdo que a principios de febrero, en uno de esos
encuentros en el que el Ceuta aburría a las ovejas y,
además, no ganaba, en la cabina de prensa, me decía Rafa
Peña:” Este año, también, vete buscando alguna distracción
para el mes de mayo, porque éstos no entran en la liguilla”.
Era una tarde de esas desagradables y las palabras del
colega nos echaban otro jarro de agua fría, además de la que
estaba cayendo en la tarde del domingo.
Lo malo es que de esa opinión era el 80% de los escasos 700
seguidores que asistían domingo tras domingo, a las cinco de
la tarde, a Alfonso Murube.
Respondí a mi colega que todavía quedaba tiempo para cambiar
la situación y me replicó:” cambiar sí, para peor”.
Acababa de dar en la diana, de pleno, y eso que iba poco más
de media temporada, cuando aquella conversación entre la
lluvia que caía y el aburrimiento sobre el bien cuidado
césped del campo de fútbol, y es que dentro de las muchas
cosas desagradables que ha habido, lo único que se ha
salvado, en torno al equipo, es que le han tenido el campo
preparado como hacía muchos años que no estaba de bien.
Y mira por donde, se me está ocurriendo ahora que, a lo
mejor, por eso no han hecho buen fútbol, porque estaba tan
bien el césped que algunos se quedaban dormidos sobre “el
pasto” recién cortado.
No es por dar ideas, especialmente, desde aquí, al ICD, pero
como en esa “casa” hay muchos acostumbrados a tratar y
cuidar de cualquier forma ciertas instalaciones deportivas,
a ver si ahora, por aquello de hacer las cosas bien y
cumplir con su cometido, cambian de sitio a quienes supieron
cuidar unas instalaciones, que toda la temporada estuvieron
perfectas, y los reemplazan por alguno de esos de “yo ya
estoy fijo ...”, y que irían a tono con el rendimiento que
ha dado el Ceuta, especialmente este año.
Dejemos las cosas como están, pero no en la directiva de la
AD Ceuta, sino en los cuidadores de Alfonso Murube.
Y por cierto, cuando estoy escribiendo, miércoles por la
tarde, una hora antes de que comience el choque At. de
Madrid –Sevilla, todavía no sé nada de si va a haber
“decreto” de cese de directiva desde la Ciudad Autónoma, o
si se renueva la confianza a los que estuvieron hasta ahora.
No sé qué pensará el presidente de la Ciudad, pero claro,
además del Ceuta le puede traer algún problema de conciencia
hacer cambios en las estructuras del primer equipo de Ceuta
porque ¿Dónde se puede instalar al señor Castillo?. Aquí
está el problema.
Me consta que hay directivos que ahora mismo se irían y sus
familias se quedarían tan tranquilas, me comentan que
incluso el propio presidente del Ceuta no está cómodo, cosa
lógica, con la situación actual, y que no moverá un dedo
para quedarse, pero claro, aquí hay que respaldar al equipo
y respaldar al “equipo” directivo es respaldar, mal que a
alguno le pese, también a quien quiere mandar en todo y ahí
está el problema. No queda otra alternativa, el presidente
de la Ciudad tendrá que dar la solución.
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