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sociedad - JUEVES, 20 DE MAYO DE 2010


asistentes al taller. reduan.

sanidad / ENFERMERÍA
 

La ciencia de sanar las heridas

El 90 por ciento de las curas que se realizan
en los centros de salud responden a úlceras crónicas, por ello el Ingesa está poniendo mucho empeño en protocolarizar el abordaje de este tipo de afecciones
 

CEUTA
José García

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El 90 por ciento de las curas que realiza el personal de enfermería en los centros de salud del Ingesa responden a úlceras crónicas. El resto son mayormente heridas que sólo afectan a la piel y que en consecuencia también se tratan en el nivel de Atención Primaria.

Las úlceras crónicas más frecuentes son las vasculares, las del pie diabético o las úlceras por presión. La preocupación de la Dirección de Primaria en estas técnicas, que son habituales en el trabajo diario de la enfermería de los centros de salud, reside en los efectos de carácter sociosanitario del padecimiento de las mismas como es la influencia en el nivel de salud y, por tanto, en la calidad de vida de quien las padece y de sus cuidadores.

Como explica la directora de Enfermería de Atención Primaria de Ceuta, María del Carmen Ruiz, una úlcera se deriva a menudo de otra enfermedad de base. “Hay insuficiencias vasculares que están motivadas por otra afección. Es el caso de las úlceras derivadas de diabetes, que produce una alteración vascular que hace que aparezca la herida en la pierna”, apunta Ruiz. Las úlceras crónicas esconden siempre problemas vasculares de los pacientes. Trastornos arteriales, varices, diabetes, se conjugan en la proliferación de las ulceraciones.

Todas estas cuestiones han llevado al Ingesa a celebrar estos días en los centros de salud de la ciudad unos talleres impartidos por la enfermera y experta en el cuidado de úlceras crónicas, Natalia Silva Pereira, dirigido a los profesionales de enfermería de Atención Primaria bajo el título ‘Tratamiento de heridas crónicas en ambiente húmedo’, cuyo objeto es tratar de unificar criterios en los cuidados de dichas heridas.

La iniciativa se enmarca en los programas de actuación que desarrolla el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) dirigidos hacia la prevención y el manejo eficaz en los tratamientos de las úlceras crónicas, actividad enmarcada en el contexto de las Estrategias de Calidad y Seguridad del Sistema Nacional de Salud.

Herida quirúrgica

En un tercer término, el personal de enfermería de los centros de salud también se ocupan de determinadas heridas quirúrgicas. Sin embargo, se trata siempre de intervenciones menores. Curas por cesárea o cirugía laparoscópica, que dejan heridas muy superficiales. sin embargo, tal y como puntualiza la directora de Enfermeria de Atención Primaria, cuando una herida traspasa la dermis y adquiere cierta profundidad muscular deben ser curadas en el Hospital Universitario. De hecho, los cursos que se están realizando estos días también están abiertos a cualquier enfermero del Área Santaria de desee participar en los mismos.

El objetivo de las estrategias de tratamiento de las úlceras crónicas es proporcionar las condiciones óptimas que promuevan la cicatrización en el menor tiempo posible y evitando al máximo las complicaciones de las mismas. Para ello, una de las líneas de actuación del Ingesa es la formación de los profesionales de enfermería de Atención Primaria.

Los talleres comenzaron a desarrollarse el martes en el centro de salud del Recinto, siguieron ayer miércoles en el centro de Otero y culminan hoy jueves en el centro del Tarajal.

“Lo importancia del taller radica en establecer un protocolo de actuación concreto para la cura de este tipo de úlceras se prolonga durante varios meses. El problema es que nunca de-saparece un problema que viene derivado de falta de riego sanguíneo en la zona. Se cura un úlcera pero más adelante puede aparecer otra”, apunta María del Carmen Ruiz.

En los talleres que recorren esta semana los centros de salud ceutíes, Se propone un algoritmo de tratamiento en el que se reflejarán los distintos tipos de heridas y las posibles soluciones para cada una de ellas. Además se realiza una revisión práctica de los apósitos que existen para este fin, conociendo así mejor su composición, formas de uso y actuación, e indicaciones para su aplicación.

Una úlcera o llaga, del latín ulcus, es toda lesión abierta de la piel o membrana mucosa con forma crateriforme (con forma de un cráter, al perderse parte del tejido) y con escasa o nula tendencia a la cicatrización espontánea. A menudo las úlceras son provocadas por una pequeña abrasión inicial, pero no exclusivamente, casi siempre van acompañadas de inflamación y a veces infección. Dicho de otro modo, una úlcera es cualquier solución de continuidad o rotura con pérdida de sustancia, de cualquier superficie epitelial del organismo.

Una úlcera por presión (UPP), también conocida como llaga por presión, úlcera por decúbito o escara de decúbito, se define como “una superficie de daño localizado en la piel y el tejido subyacente causada por presión, roce, fricción o una combinación de éstas”. Pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo, siendo más frecuentes en las prominencias óseas (sacro, caderas y talones).Este tipo de úlceras se clasifican en: de primer grado, cuando aparece la piel enrojecida, y este enrojecimiento no desaparece al retirar la presión que se ejerce sobre la zona; de segundo grado, cuando la piel se agrieta a nivel de la epidermis y dermis, se da la formación de vesículas; de tercer grado, cuando se da una pérdida de continuidad de la piel, con la aparición de necrosis del tejido celular subcutáneo que forma una costra de color negro llamada escara; y de cuarto grado: es una úlcera necrótica extensa.
 


Un protocolo para disminuir la variabilidad en las curas de enfermería

El protocolo que se está enseñando estos días al personal de enfermería en los centros de salud del Ingesa pretende establecer una secuencia en la que al detectarse un signo aparezcan las posibles opciones de cura en función de una variadad de productos a aplicar. Tal y como expuso la directora de Enfermería de Atención Primaria de Ceuta, María del Carmen Ruiz, las enfermeras y enfermero contarán con unas tablas en las que se define cada momento del proceso de curación, para saber como actuar en cada circunstancia. Se tata de homogeneizar prácticas de enfermería en la cura de las ulceraciones de la piel porque ello favorece la curación aunque cada acto de cura la acometa una enfermera distinto. “Queremos disminuir la variabilidad”, indicó Ruiz.
 

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