Es lo que pienso y como tal lo
digo, por lo que se me pone la carne de gallina, al ver que
la dignidad, la poca que va quedando en este país, se quiere
masacrar o pisotear y no se corta de raíz todo el problema
que se está escapando de las manos, a pasos agigantados.
Como educador, con más de cuarenta años en las aulas, como
politólogo, desde hace muchos años ya y como persona que , a
diario, trata con otros de distintas opiniones a las mías,
me agrada y respeto todo lo que implica derechos, para con
los demás, sean de la raza, nacionalidad, cultura e
ideología que sean, pero no podré respetar y me rebelo ante
aquellos que propugnan unos derechos, pero no guardan ni sus
deberes, ni sus obligaciones.
El hecho de apedrear a la Guardia Civil es apedrear a todos
aquellos y somos muchos, que deseamos respeto y orden.
El hecho de intentar quitar la pistola a un guardia civil es
estar intentando dejar fuera de su trabajo a un hombre
honrado que se está ganando el pan, para él y para su
familia, con muchas dificultades y corriendo muchos riesgos.
El hecho de que se intente y se logre, en parte, destrozar
una serie de vehículos en los que trabaja la Guardia Civil,
es estar atentando contra esos guardias civiles y contra los
intereses de todos nosotros, sin excepción.
Eso es intolerable. Eso hay que cortarlo de raíz, y desde
ahora mismo. Y si es que predominan los intereses y los
derechos de los “presuntos” delincuentes, entonces el Estado
de Derecho parece que hay quien se lo está cargando.
Hasta ahora, en muchas ocasiones, hemos hablado de
terrorismo en otras zonas del país y con otro tipo de
problemas. Ahora mismo, la Guardia Civil, y que no me hablen
de casos esporádicos, está recibiendo una serie de ultrajes
y vejaciones, con ataques a plena luz del día y teniendo que
ir “casi” al cuerpo a cuerpo. Algo que considero, y sigo
considerando intolerable.
Y no se puede hablar de un hecho aislado y casual, cuando
ese virulento ataque hacia la Guardia Civil comienza con un
intento de atropello a uno de los agentes.
A partir de aquí, es de suponer, en todos los organismos
competentes, se habrá comenzado a mover ficha, se tendrá
localizado o se tendrán localizados a quienes han
intervenido en estos hechos, con lo que estaremos en el
comienzo de que esto pueda ser liquidado, de inmediato y
para siempre.
Tiempo atrás, ya se había dicho en este mismo medio, el
pasado 20 de abril, en portada:” La Guardia Civil “toma”
Loma Colmenar para evitar pedradas”.
Y es que la zona es lo más estratégico que se podía elegir.
Una zona en la que, con facilidad, se pueden guardar, con
una “ley del silencio” aunque sólo sea por miedo y en unos
lugares a los que, por necesidad, no por capricho, ahora más
que antes, se desplaza mucha población, por la cercanía del
nuevo hospital.
Hemos llegado, pues, a una situación de las más delicadas,
porque hasta ahora a la Guardia Civil, los que menos, les
respetaban, otros, entre los que me encuentro, les estábamos
siempre agradecidos y les admirábamos, pero parece que hay
gentes fuera de la ley o que se quieren colocar fuera, que
ni respetan, ni admiran, sino que son capaces, incluso de
hacerles frente.
Mal camino han elegido, porque el orden tiene un punto
central, además de las leyes, las honrosas actuaciones de la
Guardia Civil.
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