Guillermo Molina fue uno de los protagonistas en la edición
de ayer de ‘Mundo Deportivo’ al haber ganado la Euroliga de
clubes con el Pro Recco. El jugador ceutí toma el testigo
del desaparecido Jesús Rollán que se proclamó campeón de
Europa en el 2003 cuando aún no se había instaurado el
actual formato con la celebración de una ‘final a cuatro’
entre los mejores equipos del viejo continente.
España es una potencia mundial en el waterpolo con un botín
selecto de medallas en Juegos Olímpicos, Campeonatos del
Mundo y Europeos, pero la Copa de Europa nunca se le ha dado
bien. Sólo el CN Barcelona en la temporada 1981-1982 y el CN
Catalunya en la 94-95 la han ganado.
Guillermo, que se marchó con 17 años de la mano de Manel
Estiarte al Pescara, vive su segunda etapa en la mejor Liga
del mundo. En la temporada 07-08 fichó por el Brescia donde
jugó dos años antes de dar el salto al Pro Recco. El jugador
caballa tiene claro que “para ganar la Euroliga tienes que
venir a Italia sí o sí”. De su actual equipo apunta que “el
Recco es el máximo exponente de la mejor competición de
Europa. Tiene patrocinadores, estructura de club y a los
mejores extranjeros, mientras en España los equipos de
waterpolo cada vez están más sujetos a recortes económicos
porque los clubes lo pasan mal”. El internacional español
añade que “yo vine aquí para ganar este título y espero que
sólo sea el primero”.
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